Eso no quiere decir que el amor que lo trasciende todo no exista, es simplemente que tal cosa es muy rara de ver porque para que se pueda dar se necesitan parejas muy especiales, donde al menos uno de sus miembros sea tan, pero tan especial que resulte imposible encontrar a alguien similar, no mejor, sino similar; a pesar de todos ser diferentes, existe esa persona que se diferencia del resto por una serie de cualidades y hasta defectos que la hacen única. De alguien así es de quien voy a hablar hoy.
Mi amada Gitty, una mujer única e irrepetible, de quien tuve la fortuna de ser su pareja por 37 años, que fueron demasiado pocos porque me fue arrebatada prematuramente por un cáncer que no se pudo curar, fue alguien extraordinario, alguien que merecía una vida mejor que la que yo le pude dar, y no porque hubiese vivido mal, porque no fue así, sino porque era alguien que necesitaba trascender mucho mas de lo que lo hizo en vida; era alguien inmenso que actuó en un escenario muy pequeño para su enorme tamaño.
Físicamente era una mujer hermosísima, a quien ni siquiera el deterioro físico que genera esa terrible enfermedad le pudo arrebatar su belleza; pero no era solamente eso, su espíritu, tenacidad y valentía eran únicos, fue mi mejor consejera, y siempre encontraba una salida adecuada a todos los problemas. Si bien ella decía que no era muy inteligente, tal cosa era falsa, porque era de una inteligencia enorme y una velocidad mental envidiable; con muchas anécdotas que contar a ese respecto. Fue mi mejor amiga y aunque sea un poco extraño decirlo, puesto que fue la única mujer de mi vida, fue una amante insuperable aun en sus últimos tiempos; tenía un erotismo implícito que la hacía una mujer excitante que podía volver loco a cualquier hombre; ese espeso erotismo que ella tenía es muy difícil de encontrar y sus habilidades amatorias excedían en mucho a las mías, a pesar de tener ambos la misma experiencia sexual porque empezamos juntos y no tuvimos encuentros de ese tipo con otras personas, algo que es muy raro de decir en estos tiempos.
Una mujer como ella no es fácil de encontrar, pero tuve esa suerte casi por accidente; me queda el consuelo de haber sido su compañero de vida durante todos estos años, tratar de hacerla feliz en todo ese tiempo y haberle dado una hija, fruto de nuestro amor, quien siempre fue su mayor orgullo y su mayor logro; por todas esas razones es que es una compañera insustituible.
Y sí. En mi caso, el amor que siento por ella crece cada día que pasa, a pesar de habernos dejado; nos faltó tiempo para seguirnos amando y continuar disfrutando de nuestra gran amistad, ya que éramos inseparables y nos convertimos en la definición de las almas gemelas: una sola persona que estaba formada por dos partes y ahora una de ellas falta. Simplemente fuimos la pareja perfecta, cosa que lleva mucho tiempo para lograrse y donde la mayoría falla antes de llegar a ese lugar.
Es imposible saber con certeza lo que pasa después de la muerte, porque no existe nadie que haya ido para el mas allá y regresado para decir lo que sucede; lo que nos queda es creer en la existencia de algo que trasciende la vida y que podamos encontrar de nuevo a nuestros seres queridos en ese lugar que deseamos que exista. Si tal lugar existe, haré todo lo que esté a mi alcance para encontrar a Gitty y entregarle todo el amor que siento y que seguirá creciendo hasta el final de mi existencia. Mi amor por ella no desapareció con su muerte y tampoco terminará con la mía; mi amor por ella durará por toda la eternidad y trascenderá el tiempo y el espacio. Gitty, fue, es y será mi verdadero y único gran amor, la mujer de mi vida y de mi alma.
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