martes, 21 de marzo de 2023

Nuestra historia de amor: Capítulo 173: Cómo te digo...


 Rafael "el pollo" Brito, ese gran cantante venezolano, jamás se enterará de como esta canción ayudó a Gitty a salir de la terrible depresión que la afectó luego que le diagnosticaron el cáncer. Tal cosa era natural porque ese peso era mucho mayor al que puede soportar cualquier persona; simplemente saber que muy posiblemente vas a morir de una terrible enfermedad hace que veas todo lo que has vivido en perspectiva y lamentes el tiempo que perdiste en cosas nimias mientras la vida te pasaba al lado y luego ves que ahora te queda menos y lo tienes que aprovechar al máximo mientras puedas.

Una madrugada luego del 15 de mayo, llegué al apartamento después de trabajar y encontré a Gitty sentada en su asiento de la mesa del comedor, (todos teníamos nuestro asiento asignado por ella; yo en la cabecera, no por nada especial sino porque al ser el mas gordo tenía mas espacio para moverme; Graciela al lado derecho mío porque era la mas pequeña y no cerraba el espacio entre la mesa y la cocina; y Gitty el segundo asiento del lado derecho porque le permitía transitar libremente sin estorbar a nadie) tal cosa me extrañó porque a esa hora ella normalmente estaba durmiendo, tenía la mirada perdida y la cabeza gacha.

Llegué y le pregunté qué le pasaba, si se sentía mal o si necesitaba algo. Me dijo que se sentía muy mal pero no físicamente, apartando los malestares debidos al tratamiento, porque el dolor de la operación para ese entonces se había ido, de hecho estaba cicatrizando muy bien.

- ¿Entonces por qué te sientes mal? Le pregunté mientras me sentaba en la silla de Graciela y le tomaba la mano.

- Siento que he perdido mi tiempo en esta vida, que me la pasaba peleando con ustedes y perdí todo ese tiempo y mira, ahora tengo cáncer y me voy a morir.

- Por favor, no veas las cosas así, la doctora me dijo después de la operación que veía bien tus perspectivas a cinco años, estás en tratamiento y tus probabilidades de supervivencia a cinco años son elevadas. Serían mayores si se hubiese atajado mas temprano, pero al menos no son tan malas.

- Es que mírame, estoy pelona, esas medicinas me caen fatal, tengo esta rajadura en mi barriga, me veo horrible y no sé si me voy a curar. Al menos la doctora me sacó toda esa mierda y espero que se la hayan tirado a los perros para que se la comieran, pero me siento tan mal.

- Tú siempre has sido una mujer echada para adelante y muy fuerte; además no estás sola, estás conmigo y te voy a ayudar en todo lo que pueda, y de los gastos médicos ni te ocupes. Nunca te a a faltar atención médica, eso te lo prometo.

- Es que no es solo eso, Graciela no tomó bien mi enfermedad, y cuando viene lo que hace es pelear conmigo, como si yo tuviera la culpa de estar enferma.

- Tú sabes que ella sacó la sangre de las mujeres de mi familia, que reaccionaban siempre con rabia a todos los obstáculos. En algún momento se le pasará esa rabia irracional y empezará a actuar de forma mas equilibrada, lo que nos queda es darle tiempo. Al menos tenemos a Lucy, que nos hace la vida mas llevadera.

- Sí, ella es un angelito y es mi enfermera, cuando te vas siempre está pendiente de mí.

- Eso es para que tú veas, tenemos ese ángel con nosotros.

- Pero sigo sintiéndome mal, no cumplo mis deberes como esposa, a la larga te vas a buscar a otra porque no te sirvo de nada. Ni siquiera sé cuándo volveremos a tener sexo y ni siquiera puedes dormir conmigo, me haces tanta falta y no podemos estar juntos.

En ese momento la tomé de la mano y le dije:

- Vamos al sofá y ahí hablamos con mas comodidad.

Luego de sentarnos le tomé ambas manos para decirle:

- A mí no me importa tener que dormir en la sala, lo que me importa es que estés cómoda y puedas dormir bien, de lo otro ni te ocupes, ya llegarán tiempos mejores y podremos reanudar nuestras vidas. Lo importante, la prioridad absoluta es destruir ese cáncer que se ha apoderado de ti, todo lo demás es secundario. Escucha esta canción, que hoy la encontré en Internet y es muy bella, de paso su letra expresa todo lo que siento por ti y que me es imposible cantar.

Para ese momento busqué en mi teléfono y reproduje "Cómo te digo" que la tenía guardada en YouTube. Ella se puso a escucharla y mientras lo hacía derramó un par de lágrimas; al terminar me dijo por primera vez una frase que repetiría muchas veces a lo largo de todos esos años, aun a pocos días antes de su fallecimiento.

 - Ramón, no me va a alcanzar la vida para agradecerte por todo lo que estás haciendo por mí.

- No me debes nada, es mi deber, cuando nos casamos juré que estaría contigo en la salud y en la enfermedad y debo cumplir ese juramento. Cuando uno se casa por amor siempre va a cumplir lo que jura frente a Dios y los hombres. Nunca te voy a dejar y siempre estaré a tu lado, no importa lo que pase. Recuerda eso, no te voy a abandonar bajo ninguna circunstancia.

- Gracias, que afortunada fui al escogerte. Pero ¿qué hacemos ahora?

- Bueno, supongo que vivir, es lo que nos queda. Todos somos hijos de la muerte, si bien tienes la sombra del cáncer encima de ti, a mí me puede pasar cualquier cosa también, sabemos donde estamos ahora, pero no sabemos lo que nos va a pasar dentro de cinco minutos.

- ¿Y cómo vivimos?

- Vamos a salir, a pasear, vayamos a espectáculos, busquemos disfrutar la vida mientras tengamos chance. Los recuerdos son las únicas cosas que nos vamos a llevar cuando nos llegue la hora, y mientras mas buenos recuerdos tengamos mayores riquezas nos llevaremos.

- Pero hay que pagar el techo, y comprar comida, y pagar los gastos médicos.

- Tengo que trabajar, pero eso no obsta para que no nos podamos divertir. Cuando te sientas mejor salgamos o nos quedamos en la casa viendo películas o escuchando música como hacíamos en Cúa, ¿no te acuerdas?

- Claro que me acuerdo y me acuerdo de lo sabroso que terminaban esas veladas, teniendo ese sexo tan rico.

- Bueno, no hablo solo del sexo, que de repente a lo mejor tendremos que prescindir de el, no sé qué te dirá la doctora cuando termine este tratamiento, pero podemos hacer muchas otras cosas mas.

- Sí, tengo que esperar a que me diga, pero vamos a empezar a hacer así. ¿Pero cómo hacemos con Lucy si queremos salir a pasear?

- Pues nos la llevamos, tú sabes que ella es muy callada, así que uno la puede llevar donde sea que se puede meter encaletada a muchas partes.

- Bueno, pues sí. Entonces podemos planificar veladas y salidas.

- Eso mismo es, y hasta podemos hacer cosas sin planificación alguna. Se trata de que lo pasemos bien juntos. Disfrutar nuestro tiempo hasta que nos llegue la hora.

- Bueno, voy a tomar tu consejo, no sabes el bien que me has hecho hoy.

- Lo que mas me importa en esta vida es ver que te recuperes, mas nada.

- Gracias, mi amor. Ahora te tienes que bañar para que te acuestes, porque tienes que seguir tu rutina.

- Claro, voy a hacer todo eso, pero recuerda antes que te acuestes y tenlo siempre presente, vamos a salir de esto y siempre voy a estar contigo, así tú me botes.

- Deja la vaina chico, que no te voy a botar nada, tú eres el que me puede botar.

- Olvídalo. estoy aquí para seguir contigo hasta el fin, como la canción de Cheo Feliciano. Y déjame darte un beso💋💋💋💋💋💋💋💋💋.


Luego de esta conversación, fue poco a poco mejorando su humor, hasta que la depresión se fue de un todo para no volver, gracias a sus sesiones con Monika. Y se puede ver el cambio en su siguiente ronda de quimioterapia, donde le tomé estas fotos.


A partir de entonces iba a las citas vestida como toda una reina, llegaba contenta y se hacía unos turbantes que le encantaban a las enfermeras. Decidió mostrar su alegría innata y contagiaba a todos en el lugar.

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