miércoles, 1 de marzo de 2023

Nuestra historia de amor: Capítulo 154: Se acaba el contrato con Microsoft.

 El 30 de junio de 2014 tocaba renovar el contrato con Microsoft. La empresa estaba conforme y dispuesta a continuarlo, pero eso implicaba mas viajes y yo había perdido la energía necesaria para tales desplazamientos, simplemente luego de la muerte de mi mamá no podía alejarme de la casa para laborar.

Gitty recibió la noticia con alegría, a ella nunca le gustó que viajara por trabajo, así que cuando le dije que eso no iba a suceder mas porque quedé traumado luego del fallecimiento de mi madre estaba hecha unas pascuas.

- Ahora tengo que ponerme a buscar otro contrato, porque la plata no es eterna.

- Tranquilo que el pollo muere, o como decía tu mamá, de cualquier culo sale sangre.

- Bueno, sí, pero espero que ese culo no sea el mío.

- No te vuelvas loco, al menos tenemos reservas para vivir mientras buscas algo bueno.

- Igual me tengo que mover, vamos a ver que sale.

Gitty también estaba buscando, pero los potenciales clientes que la habían contactado no ofrecían lo que ella buscaba, así que seguía en el mercado.

Ese periodo de transición duró prácticamente todo el verano, pero para septiembre ambos encontramos buenos contratos; Gitty con un grupo de profesionales indios de Bellevue que necesitaban alguien con experiencia y educación formal para que les ayudara con sus hijos y yo encontré el empleo que todavía tengo y cuyo seguro médico nos cubrió durante su enfermedad.

En mi caso, apenas se regó la voz de que había dejado de trabajar con Microsoft empezaron los contactos en linkedIn y así me enteré que estaban buscando profesionales con experiencia para formarlos en el área de ciberseguridad, y el que estaba a cargo del proceso era viejo conocido mío desde los tiempos de Clovis, así que tenía un buen chance.

El proceso de selección fue bastante complicado, no se podían tener antecedentes penales ni mal historial de crédito y había que pasar algo conocido como "background check." Tampoco se aceptarían personas con historial de consumo de drogas o problemas de alcohol. Al final la propuesta de empleo era muy simple, estudiar durante cinco años mientras se trabajaba por la mitad del sueldo y luego de finalizar los estudios se pasaría a recibirlo completo. También se exigía un compromiso mínimo de 10 años.

En cuanto a los beneficios, esos sí eran completos desde el primer día de trabajo, especialmente el seguro médico para el contratista y su cónyuge. No sabía lo que se nos venía encima, pero eso era lo que mas me interesaba.

Al final, trabajaría de lunes a viernes de nueve de la noche a cinco de la mañana y tendría que hacer los cursos de lunes a viernes de dos a seis de la tarde, fines de semana libres y los calendarios académicos estaban sincronizados con los escolares y universitarios, así que tendría como cuatro meses al año sin actividades lectivas. Luego de finalizados los cursos pasaría a trabajar a un horario normal, de 11 de la mañana a nueve de la noche.

El primero de septiembre empecé el contrato, si bien arranqué a trabajar en serio el día 22; mientras tanto, Gitty inició su nuevo empleo el 15. Parecía que entrábamos en una senda de prosperidad, pero tal cosa no duraría mas de seis meses, nuestras rachas de buena suerte siempre eran cortas, y esta sería la última que íbamos a tener.


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