Nos pasaron a un cubículo donde iban a preparar a Gitty para luego llevarla a pabellón. La doctora pasó al poco tiempo para hablar primero con ella a través de un intérprete y luego con Graciela y yo para explicarnos todo lo que necesitábamos saber; luego llegaron las enfermeras para iniciar los procedimientos previos como conectar líneas IV, quitarse la ropa de calle y ponerse la bata hospitalaria, tomar algunos medicamentos preoperatorios, tomarse los signos vitales, responder al cuestionario previo a su entrada al quirófano, etc.
Aproximadamente a las 12:30 del mediodía nos dijeron que era hora de trasladar a Gitty, por lo que debíamos despedirnos de ella; la volveríamos a ver, si todo salía bien, en la sala de recuperación. Dejé que Graciela se tomara su tiempo para despedirse de su mamá, y luego, ya cuando se la estaban llevando, me le acerqué y le dije al oído: "Te amo," mientras la besaba suavemente en la boca y tomaba su mano derecha. Ella me sonrió mientras se alejaba, no demostré nada, pero estaba muy asustado, no sabía si esa era la última vez que la vería con vida.
A las cuatro de la tarde ya estábamos de regreso en el hospital, esperando a la doctora; durante la espera veíamos a los médicos que llegaban a conversar con los familiares de otras personas que estaban en cirugía y todos lo hacían en el mismo salón de espera. Después de mas de una hora en ese lugar llegó la doctora, pero no se reunió con nosotros en el salón, sino que nos llamó a una de las pequeñas salas que estaban aparte; Graciela se levantó para ir pero a mí me temblaban las piernas porque lo primero que pensé era que había ocurrido algo malo y por eso se necesitaba mayor privacidad. Si bien buscaba controlarme al máximo en realidad estaba terriblemente asustado.
Pasamos a la sala y la doctora cerró la puerta detrás de nosotros, por suerte lo primero que dijo fue que la operación había transcurrido sin novedad y que Gitty había sido trasladada a recuperación, de donde la subirían a una habitación posteriormente. Nos explicó que se le había hecho una histerectomía completa y también se habían extirpado cinco ganglios linfáticos comprometidos y que dependiendo de la cantidad de células malignas que sobrevivieran las rondas de quimioterapia se podía esperar una potencial curación o un control del cáncer para evitar mayores daños, pero que en todo caso esas eran apreciaciones preliminares y podían cambiar en cualquier momento debido a que el cáncer era etapa cuatro en proceso de metástasis y había crecido mucho.
Luego nos dijo que podíamos ir a la antesala de recuperación porque nos llamarían en poco tiempo. Le dimos las gracias y nos fuimos al lugar señalado, donde alrededor de media hora después nos dijeron que pasáramos. Gitty estaba en una cama hospitalaria con dos enfermeros que la atendían, ya se había despertado y lo primero que nos dijo fue:
- ¿Dónde están mis lentes?
Cuando dijo eso mi susto se convirtió en pánico, porque me había olvidado de sus anteojos, por suerte Graciela los había cogido al salir de la camioneta y se los entregó, evitando una potencial situación complicada. Tiempo después Gitty me diría que ella hizo eso para que supiéramos que estaba alerta y bien consciente.
Luego de ponerse los lentes le dieron náuseas y vomitó un poco, pero solamente lo hizo una vez. Todavía permanecería en recuperación un rato mas mientras arreglaban la habitación que le habían asignado, así que le dije a Graciela que la iba a llevar a su residencia y que Lucy se quedaría con ella, porque yo debía regresar al hospital para acompañar a Gitty. Así lo hicimos, pero antes de salir pedí que me dieran el número y ubicación del cuarto donde la iban a llevar para ir directamente; nos dieron la información y así, luego de dejar a Graciela y Lucy me fui directo al piso 8 de hospitalización, que era el lugar donde Gitty iba a estar.
Mi llegada coincidió con la de ella y tuve que esperar a que la cambiaran de cama. Si bien le habían sacado todo lo que le dolía, la operación era de cirugía mayor; tanto así que duró poco mas de cuatro horas, y la cicatriz era impresionante. Para cuando la pasaron a su cama de hospital ya había terminado el efecto de la anestesia por lo que sentía bastante dolor, y en el proceso, a pesar de todo lo cuidadosos que fueron los auxiliares, ella gritó bastante fuerte.
Al final le dieron analgésicos vía intravenosa para mitigar la intensidad del dolor de la herida y pudo ajustarse para descansar. Buscando evitar que hiciera esfuerzos al hablar, lo que hice fue besarla y tomarle la mano cuando llegué, luego me senté a su lado para estar listo por si necesitaba ayuda, así pasamos la noche.
¿Y cómo fue la cicatriz? Ella se tomó fotos para que se pudiera ver todo lo que le hizo la doctora, y de hecho siguió haciéndolo para seguir el proceso de evolución de tal marca. Gracias a lo fino del corte y lo buena que era cicatrizando Gitty, al final lo que le quedó fue una fina raya rosada, pero lucía así recién operada:
Eso fue por lo que tuvo que pasar, pero me decía:
- Lo único que yo quería era que me sacaran todo eso y se lo tiraran a los perros. Ahora sé que no voy a volver a sentir ese dolor tan horrible.
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