jueves, 9 de marzo de 2023

Nuestra historia de amor: Capítulo 162: Por fin Gitty va al médico.

 El sábado 7 de marzo Gitty se levantó antes de las siete de la mañana para bañarse, arreglarse e irse con tiempo para la consulta; me ofrecí a llevarla pero me dijo que no estaba en condiciones porque había llegado de trabajar a las cinco y media de la madrugada y necesitaba descansar.

Me dijo que cualquier información que necesitara darme la enviaría por texto para que la leyera apenas me levantara, quedamos así y me fui a dormir mientras ella terminaba de alistar todo para salir. Poco después de mediodía me levanté de la cama y leí los mensajes de texto que ella me había escrito; lo principal fue que el médico la había referido a la emergencia del hospital Harborview para que le hiciesen ciertos exámenes que necesitaba urgentemente; apenas terminé de leer la llamé y ella me dijo que estaba con su amiga Luz, le respondí que me iba a bañar, sacar a Lucy, ponerle la comida y apenas terminara saldría para allá.

Haciendo todo eso me dieron las dos de la tarde y fui al hospital; para ese momento estaban listos casi todos los exámenes y lo que tenía que hacer era dar una información faltante del seguro de salud, poco tiempo después todo estaba listo y le dieron el alta, el saldo a pagar me lo mandarían por correo apenas se hicieran las cuentas con el seguro. Como Gitty tenía náuseas le dieron varias bolsas para vómitos y unas prescripciones para el dolor, nos fuimos a una farmacia Walgreens que está relativamente cerca de la casa y compré las medicinas para que ella empezara a tomarlas lo mas rápido posible; en el trayecto vomitó pero no hubo mayor novedad porque para eso tenía las bolsas que le habían dado. Luego llevamos a Luz a su casa y le dimos las gracias por haber acompañado a Gitty durante ese tiempo y así ella no tuviese que hacer frente sola a todo el proceso.

No quería hablar del tema con ella, pero la doctora de guardia comentó que en las imágenes se veía un crecimiento semi sólido en el área del útero y eso no me hacía sentir bien, era el anuncio de algo ominoso que uno no quería imaginar; en todo caso era menester esperar a que llegaran todos los resultados al médico y allí nos diría qué hacer, la cita era para el jueves 12 de marzo a las 3 de la tarde.

En esa consulta el doctor nos daría un diagnóstico para así saber a que atenernos, además de tener un plan listo para los potenciales gastos médicos adicionales, ya que no sabíamos cuánto dinero se iba a gastar ni cuánto tiempo iba a durar; y estas consideraciones son válidas porque en EEUU al no existir un sistema de salud pública real como en el resto de los países desarrollados cualquier enfermedad puede dejar a una familia en la calle, así que se hacía imperativo pensar en las consecuencias económicas de lo que podía tener Gitty.

Por ahora lo único que podíamos hacer era esperar al jueves para así planear las acciones futuras a ser tomadas y que los medicamentos para el dolor hicieran el efecto esperado en Gitty.

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