sábado, 17 de diciembre de 2022

Nuestra historia de amor: Capítulo 83: Los progresos de Graciela.

 Cuando nos fuimos de Venezuela teníamos un objetivo principal y uno secundario. El principal era el que ambos compartíamos, sacar adelante a Graciela, nuestra hija, y criarla en democracia; el secundario era uno que deseaba Gitty solamente y era referido a mi seguridad personal, porque ella sentía que en algún momento o iba a matar a alguien o alguien me iba a matar a mí o iban a pasar las dos cosas a la vez.

Cuando llegamos, nuestra prioridad fue asegurarnos que la niña estudiara, a sabiendas de todo el cambio que tendría que asimilar; en algún momento le dije a Gitty que tendríamos que dejar a Graciela ir a su propio ritmo aunque eso implicara que perdiera un año escolar y no presionarla hasta que se adaptara por completo.

Sin embargo, Graciela superó mis expectativas y no solamente no repitió años, sino que a lo largo de toda su vida escolar fue una estudiante sobresaliente capaz de aprobar sin dificultad todos los exámenes de suficiencia escolar del estado de Florida conocidos como FCAT.


También tuvo la suerte de contar con excelentes profesores que pudieron descubrir su talento y desarrollar su potencial como estudiante. Su paso por la escuela primaria fue difícil debido al ajuste a un nuevo entorno, sistema educativo, idioma y realidad socioeconómica; lo interesante fue que su capacidad de adaptación fue mucho mejor que la nuestra y logró salir adelante muy rápidamente.


También hizo su primera comunión en Miami el año 2004, en la ermita de la virgen de Regla, y hasta se le pudo hacer una celebración en el restaurant "El Pub" de la calle ocho; Gitty se puso a buscar un lugar que fuera bueno y económico para un almuerzo dominguero con invitados y lo consiguió. Ese restaurant luego se haría famoso porque allí se filmaron bastantes escenas de la serie de HBO "Jugadores" protagonizada por "The Rock", Dwayne Johnson.

En cuarto grado, cuando se lesionó los pies, tal cosa no afectó para nada su desempeño escolar, y en quinto grado terminó su paso por la escuela primaria con notas excelentes; Gitty no se lo decía con frecuencia, igual que yo, pero siempre estuvimos orgullosos de ella por ser una estudiante tan buena y ser capaz de sortear todas las dificultades que se le presentaron a lo largo de su vida escolar sin desmejorar su índice académico. 

Para Halloween la llevábamos disfrazada al boulevard de Coconut Grove para ver y dejarse ver, hasta tuvo chance de participar en un par de concursos de disfraces. Si bien no pudo tener una infancia perfecta, al menos logró disfrutarla y siempre tuvo lo necesario para vivir; Gitty siempre se esforzó para que su hija no pasara necesidad ni privaciones, que siempre tuviera una cama donde dormir, un techo donde guarecerse y que nunca pasara hambre, además de contar con su servicio de salud y control médico.


Nuestro principal objetivo se logró cumplir gracias a las potencialidades de Graciela y el esfuerzo que puso por salir adelante, por eso movimos cielo y tierra para llevarla a Disney y al parque de Universal Studios.


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