Norberto tuvo que viajar a Argentina la primera semana de agosto para atender unos problemas familiares que le tomaría resolver otras dos por lo menos; para entonces estábamos instalando redes en un hotel de Fort Myers y había que supervisar a los instaladores además de hacer las pruebas necesarias a los equipos. El 24 tuve que ir para chequear algunos que recién habían llegado y debía estar listo el 25 a mediodía, como se pronosticaba una tormenta tropical cuando mucho no habría mayor problema.
No fue así. Katrina cogió fuerza de manera inesperada entre las Bahamas y Florida y tocó tierra en Hallandale Beach como huracán categoría 1; como resultado el gobierno estatal cerró la autopista I-75 y me quedé varado en Fort Myers por tres días, el sábado 27 por fin reabrieron la vía y pude regresar a Miami.
Los vientos de Katrina afectaron la infraestructura eléctrica y las redes de transmisión y distribución en varias partes de Miami sufrieron daños importantes, lo que generó apagones en la ciudad, incluyendo la Pequeña Habana. Por esta razón el apartamento donde vivíamos quedó sin servicio eléctrico por tres días, lo que complicó severamente las vidas de Gitty y Graciela; especialmente porque la cocina era eléctrica y al no haber corriente no se podía cocinar y los alimentos guardados en la nevera se dañaron al permanecer descongelados por tanto tiempo.
Como si esto fuera poco, no había forma de contrarrestar el calor porque los equipos de aire acondicionado no funcionaban y así tuvieron que pasar 72 horas sin electricidad, pasando calor y con muy poca comida; solamente contaron con la ayuda de un antiguo vecino que se hizo muy amigo de nosotros, el señor Sixto Barrios, que como en donde vivía no se había ido la luz, pues les dijo que se fueran para allá a cocinar y coger algo de fresco. Mas nadie se mostró solidario con ellas durante la emergencia.
A todas estas, cuando pude regresar, el servicio eléctrico se activó casi al mismo tiempo de yo llegar; así que me puse a ayudar en las labores del apartamento. Perdimos una apreciable cantidad de alimentos almacenados en la nevera y luego tendríamos que volver a comprar cantidades equivalentes para reponer lo perdido, lo que se traducía en pérdidas económicas no planeadas.
A Norberto también se le complicaron sus planes, porque en vez de llegar el viernes 26, vino regresando a Miami el jueves primero de Septiembre; y al final se afectó el tiempo de finalización de los trabajos, ya que se produjeron retrasos gracias al huracán, porque a pesar de no haber afectado a la zona de Fort Myers directamente, sí lo hizo indirectamente. Katrina nos retrasó el trabajo por cinco días.
Luego ya sabemos lo que pasó. Katrina atravesó el estado, salió al Golfo de México, donde cogió mas fuerza y se convirtió en el quinto huracán mas poderoso de la historia, para luego abatirse sobre la ciudad de Nueva Orleans causando daños catastróficos y alrededor de 2.000 muertes.
Y todavía nos faltaba Wilma, si bien no teníamos la menor idea de que otro huracán pasaría por Miami menos de dos meses después.
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