Esa tarde mi tía llegó inopinadamente al apartamento cuando estábamos calentando motores, por suerte el proceso de abrir la reja y puerta tomaba algún tiempo y eso nos permitió disimular toda la cosa y hasta prender el televisor para que pareciese que estábamos viendo la TV. Mi tía no era estúpida y sospechó algo, pero como mi mamá llegó poco después, desestimó sus quejas diciendo que nos dejara tranquilos y que no nos fuese a fastidiar nuestras vidas como ella lo hizo con la de mi madre; no profundizamos en nada de eso porque lo que queríamos era salir de la situación comprometedora lo mas rápido posible.
La segunda vez fue en casa de sus padres un domingo al anochecer, no recuerdo bien todo lo que pasó previamente, pero sí recuerdo que la semana anterior tuvimos que cumplir con una ocasión social y no pudimos disfrutar de nuestros cuerpos. El quid estaba en que Gitty tenía ganas acumuladas igual que yo, pero en ese momento su urgencia era enorme; así que aunque le dije en un débil intento de protesta que ni el lugar ni el momento eran adecuados y que en un apartamento donde vivía tanta gente podía aparecer alguien de improviso, ella me dijo que era seguro que nadie iba a venir y me convenció. Cuando estábamos empezando con los prolegómenos, se apareció nada mas y nada menos que su señora madre, quien para ese entonces era mi suegra sin saberlo, y casi que nos coge con las manos en la masa; apenas nos salvamos por los pelos, aunque estoy seguro que mi suegra, que no tiene un pelo de tonta, sospechó que ahí hubo algo raro.
Nuestro problema era muy sencillo, nos gustábamos mucho y no podíamos quedarnos tranquilos, y así fue hasta prácticamente nuestros últimos meses juntos.
¿Cómo se prepara un plan de emigración? Lo primero que se necesita es dinero, porque no se puede vivir del aire, y no se empieza a trabajar apenas uno se baja del avión. Lo segundo son los documentos, pero no se pueden llevar al momento de irse, porque íbamos a entrar como turistas para iniciar los procedimientos de cambio de status al día siguiente de nuestra llegada.
Se necesitaba información fidedigna del lugar de llegada, todo lo que implica la vida cotidiana en ese lugar, y preparar historias creíbles ante cualquier situación potencialmente difícil. Al mismo tiempo teníamos que resolver todo lo referido a nuestra vida en Venezuela, casa, carros, bienes diversos y nuestros empleos. La persona que tendría todo el poder para resolver todo lo que nos quedara pendiente al irnos sería mi mamá, no queríamos entregarle tantas responsabilidades, pero al mismo tiempo no teníamos mas nadie en quien confiar, así que era una situación inescapable.
También había que dejarle un buen colchón monetario, para que así no tuviese problemas económicos debido a nuestra ausencia. Nuestro plan a mediano plazo era traerla a vivir a EEUU en cuanto nos instaláramos de forma estable, pero mientras tanto, para ayudarla, decidimos que todo el dinero pendiente de nuestras terminaciones laborales seria para ella y así no sufriría penurias.
Como bien dice un viejo adagio de las guerras, ningún plan sobrevive al primer contacto con el enemigo, pero igual hace falta planear, porque así es que se pueden tomar decisiones y preparar contingencias si las cosas no salen como se esperan. También había que pensar en la escuela de Graciela, de lo que había que ocuparse casi al llegar; no podíamos llevarnos toda la documentación necesaria porque eso podía levantar sospechas en inmigración y aduanas, por lo que tuvimos que filtrar los papeles que podían meterse en la cartera de Gitty, el resto tendría que ser enviado vía correo expreso en cuanto nos hubiésemos mudado.
A todo esto había que añadir el determinar qué nos íbamos a llevar en el viaje, no podía ser mas de una maleta grande por persona, y tener una tapadera creíble para la "vacación," que al final sería un viaje a Disneyworld en Orlando, así que compramos entradas para los tres junto con los pasajes de ida y vuelta.
Era un proceso muy complejo que tenía que ser ejecutado de la mejor manera posible y para el que solamente teníamos poco mas de tres meses, era algo muy estresante y agotador, sin olvidar el estar en contacto con el abogado, porque si cambiaban la ley y esos programas se cerraban, estábamos fritos y tendríamos que empezar todo de cero.
Eran tiempos complejos, y a todo eso había que sumar la inestabilidad política del país y el empeño de mi mamá de llevar a la niña a manifestaciones opositoras, lo que volvía loca a Gitty.
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