lunes, 21 de noviembre de 2022

Nuestra historia de amor: Capítulo 57: Nuestra última vacación en Falcón.

 Gitty desarrolló algunos hábitos muy personales durante nuestra relación, y se hicieron tan comunes que yo sinceramente no me daba cuenta hasta que ella me los señalaba. Uno de esos hábitos fue la forma de abrazarme por la cintura cuando nos tomábamos fotos, detalle que me mostró hace un par de años y que había estado completamente fuera de mi radar.

- ¿Nunca te diste cuenta de cómo yo te abrazaba por la cintura en muchas fotos?

- Pues nunca vi nada raro en esas fotos, siempre las vi normales.

- Fíjate que no es así, mira bien.

-Ahora que veo bien la vaina me tenías bien agarrado, aunque en la de San Francisco te costó un poco gracias a mi barriga.

- Ahora, después de un montón de años es que vienes a fijarte, y eso porque te lo dije. Hay muchas otras donde no pude usar las dos manos porque tenía una de ellas ocupada.

- Ahora que recuerdo, siempre me tenías bien agarrado por la cintura cuando nos tomábamos fotos y no veo por qué, no me iba a ir corriendo. ¿Tú como que tenías miedo que yo me iba a ir corriendo?

- A lo mejor, porque te quería tener bien pegado a mi lado.

- No me jodas, lo último que yo habría hecho era salir corriendo de tu lado, ni a balazos me alejaría de ti, pero al menos eso demuestra que me quieres mucho.

- Claro que te quiero y siempre te voy a querer, mientras no te vayas con otra.

- Sí, como yo soy tan bello y tengo tanta plata, las mujeres me buscan, Demasiada suerte tuve en encontrarte.

- Con todo y lo loca que yo era, si yo hubiera sido tú me habría perdido de semejante loca, no sé como me aguantaste.

- Porque gracias a que eras loca fue que te enamoraste de mí, una mujer en sus cabales no me habría encontrado ningún atractivo, así que esa loquera tuya tuvo un lado muy positivo, además, eso te hacía mucho mas interesante y divertida.

- Eso lo dices ahora que vamos para viejos.

Durante los últimos años conversamos mucho acerca de nuestra relación y siempre encontramos detalles que se nos hicieron tan comunes que nunca les prestamos la atención que merecían, pequeños gestos de amor que nos regalábamos todos los días, y que se mantuvieron casi hasta su último aliento.

Habíamos programado vacaciones para la semana posterior al 11 de septiembre, íbamos a tomarnos una semana para ir a Coro y Punto Fijo, visitar a la amiga y colega de Gitty e ir a nuestros lugares favoritos.

Estas fueron las segundas vacaciones que pasamos con mi mamá, y que fueron también perfectamente planificadas, con las habitaciones reservadas en el hotel Federal en Coro y un apartamento vacacional en Punto Fijo; no teníamos idea de que ese sería el último viaje a nuestro destino vacacional favorito. Siempre recordamos con cariño y mucha nostalgia el tiempo que disfrutamos allá todas esas veces que fuimos.

Luego de regresar teníamos que empezar los preparativos para nuestro primer viaje internacional, eso implicaba sacar las visas en el consulado de EEUU en Caracas para así tener el permiso de ingreso al país. Como yo había procesado antes ese documento sabía que no tendría problemas para recibirlo esta vez, al igual que Gitty, ya que disfrutábamos de una buena posición económica, casa propia, trabajos estables y una invitación formal de la Universidad de Harvard firmada por el Rector y el director ejecutivo del LASPAU.

Esos preparativos llevarían tiempo y todo tenía que estar listo antes del 3 de diciembre, porque el 5 en la tarde teníamos que estar en la recepción de bienvenida que las autoridades de la universidad habían preparado para nosotros, los participantes.

Era todo un proceso con sus propios obstáculos que tendríamos que sortear en menos de dos meses.






No hay comentarios.: