Sábado 28 de enero de 2012, al fin vamos a llegar a la tierra prometida. El inicio del día se lo dejo a Gitty para que lo cuente.
Seguimos rodando por la I-90 oeste hasta que por fin entramos a Idaho, la frontera entre ambos estados es montañosa y de gran belleza.
Ahí Gitty por fin pudo tomar fotos de una estación de pesado, la única que pudimos capturar en todo el viaje.
Aproximadamente a las cuatro de la tarde entramos al estado de Washington vía autopista I-90 por la ciudad de Spokane. Nos detuvimos en un restaurante de la cadena Iron skillet, que están ubicados en enormes estaciones de servicio que atienden camiones y gandolas principalmente. Estas estaciones son centros comerciales para conductores, con baños, duchas, salas de descanso, restaurantes, autolavados, talleres mecánicos, tiendas y montones de surtidores de gasolina y diesel.
En Iron Skillet, como teníamos mucha hambre, pedimos bastante comida, y Gitty comió tanto que le dieron náuseas y llegó a vomitar; hoy en día me pregunto si esa no sería una señal muy temprana de algo que no andaba bien en su cuerpo, mas de tres años antes del diagnóstico. Sin embargo dimos por buena la justificación de la gula, con pepto bismol y un rato de reposo sin coger carretera se mejoró y no hubo mayor novedad.
Poco después de las seis seguimos camino y a las nueve y media de la noche pasamos por Bellevue; habíamos llegado al área metropolitana de Seattle, estábamos en el Condado King. De la I-90 tomé el cruce a la I-405 sur con el objetivo de no entrar directo al centro de la ciudad sino buscar alojamiento en la periferia donde tuviera mas terreno para maniobrar y estacionar el camión con su remolque.
Así vinimos a parar al hotel American Value Inn de Tukwila ubicado en Interurban Avenue South. Esa noche de sábado llegamos tan golpeados que le dije a Gitty que el domingo lo mas probable sería que no saliéramos a ningún lado, luego de haber recorrido mas de 3.300 millas, casi 5.400 kilómetros y catorce estados (Florida, Georgia, Tennessee, Kentucky, Illinois, Missouri, Kansas, Nebraska, Iowa, South Dakota, Wyoming, Montana, Idaho y Washington) en ocho días. Necesitábamos un día de pausa luego de un trajín tan fuerte y demoledor.
Además, teníamos que recargar baterías porque la semana siguiente sería muy trabajosa también, había que buscar donde vivir, arreglar lo de la escuela de Graciela, entregar el camión y conocer la zona. Apenas habíamos terminado la primera parte del proceso.
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