Como Gitty no iba a trabajar durante la navidad, decidimos ir a algún sitio fuera de Miami; en principio pensamos en ir a Saint Augustine, al norte de Florida, pero como existía la posibilidad de nevadas al sur del estado de North Carolina, específicamente en las cercanías de la ciudad de Charlotte, decidimos llegar hasta allá, aunque eso significaba un viaje de 10 horas en autopista.
Salimos de Miami el 23 de diciembre a las 11 de la mañana y llegamos casi a las 10 de la noche al hotel de Charlotte. Los cuatro nos fuimos directo a la cama para así estar listos para conocer la ciudad el día siguiente.
Paseamos durante todo el día por la ciudad, nos tomamos un montón de fotos y Gitty grabó videos, aunque no muchos porque el frío consumía la batería muy rápidamente. Sin embargo logró filmar mas de 30 minutos en total.
Nos hablamos llevado los regalos navideños para así entregarlos a medianoche en el hotel, aunque antes de eso salimos a cenar y luego pasamos por un Walgreens a comprar algunas cosas que necesitábamos. Al llegar el 25 de diciembre abrimos nuestros regalos, incluida Lucy, nos deseamos feliz navidad y a dormir, a ver si era cierto que la blanca navidad haría acto de presencia.
Nos levantamos antes de las 10 de la mañana y salimos a perseguir la nieve, pusimos la radio para seguir los partes metereológicos y mostraron que había tal posibilidad a unas 15 millas al norte de Charlotte. Fuimos para allá y por fin Graciela conoció la blanca navidad.
Tanto Gitty como Graciela estaban muy emocionadas con la nieve, porque Gitty solamente la había visto una vez, cuando fuimos al Pico Espejo en nuestra luna de miel, mientras que Graciela no la conocía.
Como es natural imaginarse, ellas no tenían en planes mudarse al norte del país, por lo que no sabían que mas tarde en sus vidas iban a ver mucha mas nieve y se iban a cansar de ella.
Fue el final ideal para nuestras minivacaciones y así regresamos a Miami contentos, porque pasamos una navidad diferente y muy feliz, algo que necesitábamos luego de tantas cosas que nos habían pasado.
Nos quedaba la gran incógnita: ¿Cómo vendría el 2011?
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