martes, 24 de enero de 2023

Nuestra historia de amor: Capítulo 121: La mudanza (Iowa y South Dakota, y V)

En Venezuela hay un viejo refrán que dice: "Caracas es Caracas y lo demás es monte y culebra". Guardando las distancias algo similar nos pasó después de Kansas City, monte y culebra hasta llegar a Seattle, y cuando digo eso lo digo de forma literal; al salir de los hoteles nos parábamos en la primera zona de descanso que encontrábamos y nos poníamos a pasear a Lucy.

El miércoles 25 nos dispusimos a continuar nuestra rutina cuando vimos unos letreros en la zona a la que habíamos llegado que decían: "CUIDADO: SERPIENTES PONZOÑOSAS". Como era invierno no existía peligro en ese sentido, porque al ser los reptiles animales poiquilotermos, necesitan el calor ambiental para activarse, y con temperaturas bajo cero estos animales están en algo similar a animación suspendida.

De paso, la zona de descanso estaba llena de barro, Lucy quedó con sus paticas empantanadas hasta lo último y tuvimos que cubrírselas con papel hasta que pudiéramos lavarlas. Como siempre hemos sido aventureros y muy locos, pues decidimos tomarnos fotos en ese sitio para tenerlas de recuerdo.

Y esta era la forma en que Lucy viajaba, no había manera de cambiarla de lugar.


Seguimos ruta y al llegar a Sioux City, Gitty quiso comprar un abrigo en K-Mart, así que nos metimos en el pueblo para ir a esa tienda que se veía desde la autopista, luego de ver todos los modelos, al final se decidió por éste.

El día iba avanzando pero las condiciones climáticas se deterioraban rápidamente, y ya al coger la I-90 en Sioux Falls la visibilidad había disminuido considerablemente, lo que me hizo decirle a Gitty que si no mejoraba nos tendríamos que parar en un lugar seguro a esperar que el tiempo se estabilizara.

Poco después llegamos a una bomba de gasolina y le pregunté a varios conductores que iban en dirección contraria a la nuestra cómo estaba la vía; nos dijeron que el clima era aceptable, por lo que decidimos llenar el tanque de gasolina y seguir camino. 
 
Nos agarró la noche buscando un fulano restaurante indio del que habíamos visto la publicidad en Sioux Falls, pero nunca lo encontramos; al final llegamos a una zona comercial y comimos en uno italiano que se veía bien y tenía un menú bastante aceptable.

Luego nos pusimos a buscar hotel y lo hallamos fácilmente en un cruce de caminos, había bastantes habitaciones disponibles y metimos a Lucy pasando por el lobby envuelta entre toallas y almohadas. Luego que nos instalamos les dije a Gitty y Graciela que estábamos en el estado de South Dakota, hogar del Monte Rushmore, y que podíamos aprovechar la oportunidad para visitar el parque el día siguiente, que como quedaba en el trayecto no íbamos a perder el tiempo; así que me puse a buscar por internet y el desvío era de menos de 10 millas, como no sabíamos si podríamos tener esa oportunidad otra vez pues mejor era conocer el monumento ya que estábamos tan cerca.

Al final todos estuvimos de acuerdo en que había que atrapar esa oportunidad y debíamos visitar el parque el jueves en la mañana. Nos acostamos a dormir temprano para estar suficientemente descansados y así disfrutar lo mas posible la visita a tan importante lugar.

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