Tenía ocho años cuando escuché este mosaico de Billo's por primera vez, y el bolero "Que linda eres" cantado por Ely Méndez me causó tanta impresión que me dije que cuando tuviera una novia esa sería la primera canción que le cantaría. El tiempo pasó y me di cuenta que no podía cantar ni la lotería, así que lo que me quedaba era dedicársela a esa hipotética novia cuando la tuviera, pero el tiempo seguía pasando y no había novia a la vista.
Por fin, apareció Gitty, la muchacha de mis sueños, el amor de mi vida, la persona perfecta a quien podía dedicar esa canción, y se la dediqué el 31 de diciembre de 1985; en aquellos tiempos no había ni siquiera teléfonos celulares, por lo que la única forma de hacer tal cosa era a través de un walkman, se grababa la pieza en un cassette y se reproducía en el aparato para escucharla a través de los audífonos. También en aquellos tiempos se grababan cassettes con música romántica para regalárselos a las novias, y eso fue lo que hice. La primera canción fue ese bolero del mosaico 33, que me costó terriblemente para lograrla grabar, junto con otros como "Inolvidable" de Tito Rodríguez y "Mi triste problema" de Cheo Feliciano. Como siempre he sido caribe, lo mío es el bolero, mas que las baladas.
Gitty empezó a conocer boleros cuando me conoció, y le gustaron, especialmente por la forma de bailarlos. No hay nada como el bolero para el enamoramiento, cuando una pareja enamorada lo baila, allí se genera una energía superior a la de la colisión de dos agujeros negros y esa energía se desplaza a través de todo el universo.
Hoy, el primer 31 de diciembre que no tengo a Gitty a mi lado en toda mi vida adulta, recuerdo el primero que pasé con ella, el cassette que le regalé y la canción que quise dedicarle desde mi niñez.
En la cultura venezolana el día mas importante de la temporada navideña es el 31 de diciembre, no el de navidad, que es considerado mas para los niños que para los adultos. El día de año nuevo es considerado como un nuevo comienzo, el momento en que todo queda atrás y se arranca desde cero; por eso también es el día en que mas golpean las ausencias de los seres amados, porque no nos van a acompañar en esa nueva aventura y se quedan atrás, donde no podemos ir a buscarlos para que traspasen esa puerta al futuro con nosotros.
Por eso mismo hoy es el día mas duro, el día en que mas siento su ausencia, el día en en que la herida que dejó se abre por completo, el día en que desearía estar también muerto, bien sea para estar con ella o para no sentir este dolor que me destruye por dentro y deja de mí solamente escombros. Pensar que ella se quedó en el 2022 y yo entro al 2023 solo es terrible, es sentir que mi vida se quedó atrás y que ingreso a un vacío en el que no soy nadie.
Lo que me queda son sus recuerdos, lo único que no se me puede quitar, todos esos fines de años que pasamos juntos, nuestros brindis a las 12 de la noche, las 12 uvas del tiempo que comíamos siempre juntos y las tradiciones locas como sacar las maletas a la calle para que en el año nuevo pudiéramos viajar. El 2021 ella quería ir lejos, y cuando recibimos el 2022 me dijo que agarráramos unas maletas, nos metiéramos en el carro y fuéramos al aeropuerto internacional de Sea-Tac para que nos saliera un viaje bien largo el 2022.
Desventuradamente, ella fue la que viajó, a un lugar donde ninguno de nosotros puede ir y un viaje que ella tampoco quería hacer, y no se pudo hacer nada para evitar tal desenlace.
Lo que me queda es recordar todos los años nuevos que pasamos juntos y la música que a ella le gustaba escuchar el fin de año. Esta foto fue la que nos tomamos el 31 de diciembre de 2021, el último que pasaríamos juntos.
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