jueves, 5 de enero de 2023

Nuestra historia de amor: Capítulo 102: Los quince de Graciela.


 El seis de diciembre de 2009 Graciela cumplía sus 15 años y nos hallábamos en una disyuntiva: ¿Hacer o no hacer una fiesta? No teníamos un círculo social extenso que justificara los gastos de un sarao de 15 años, y tampoco nos íbamos a poner a reclutar gente en el restaurant Versalles para llevarlos a la fiesta, como le pasó a mi tío el año 1957 en la plaza Bolívar de Barinas cuando lo reclutó la policía de la ciudad para que fuera a un velorio.


Tomando en cuenta esas inconveniencias, Gitty decidió que lo mejor que podía hacerse en ese caso era un álbum fotográfico para recordar los quince, llevarla a ver El Cascanueces y luego ir a cenar a un buen restaurant. Estuve de acuerdo con su idea y nos pusimos a planificar la cosa, como estaba ocupado trabajando en Seattle, Gitty se puso a averiguar precios de fotógrafos y compró las entradas del ballet para Graciela y ella.


Los presupuestos que encontró eran exorbitantes, así que se fue al estudio del señor Busto en la Avenida 12 con la calle ocho, el fotógrafo que conocíamos desde que llegamos a Miami, y le preguntó si él hacía sesiones fotográficas para quinceañeras, a lo que respondió que claro que sí y tenía todo el equipo necesario; en cuanto a sus honorarios, fueron una fracción de lo que pensaban cobrar los otros por unas fotos de similar calidad.


Cuando Gitty me contó lo que pasó, le dije:

- Perdimos el tiempo buscando fotógrafos como unos pendejos, siendo que lo teníamos al frente y no lo veíamos.


Como la idea era tomar fotos familiares había que esperar a que regresara de trabajar, así que la sesión se pautó para el domingo 20 de diciembre a las 11 de la mañana porque yo llegaría a Miami el viernes 18 en la tarde. El señor Busto estuvo trabajando seis horas fotografiando a Graciela y demostró ser un excelente profesional; de hecho le dije a Gitty que le diéramos 100 dólares mas de lo que presupuestó porque se lo merecía gracias a la sobresaliente labor que hizo con tanto cariño.


Graciela usó un traje de gala que había confeccionado la abuela de una de sus compañeras de clase, la señora se lo arregló y ajustó para que le quedara perfecto y ese resultado se pudo ver en las fotografías. En cuanto al Cascanueces,  fueron a la función del domingo 6, día de su cumpleaños, en el Dade County Auditorium.


Para la cena, Gitty reservó una mesa en el restaurant El Pub, el mismo donde celebramos la primera comunión, el lunes 21 a las siete de la noche.


Graciela no tuvo queja alguna de sus 15 años, los celebró a la altura y no se deslizó debajo de la mesa del comedor cuando le cantamos el Cumpleaños Feliz.




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