Durante el úĺtimo año en Middle School, al menos en el distrito escolar de Miami-Dade, los estudiantes tienen dos opciones; elegir su plantel de High School o dejar que la zonificación los ubique. Graciela tenía varios intereses y decidió buscar la que mejor le conviniera para desarrollarlos, tenía cuatro en mente, dos Charter y dos públicas.
Las Charter (escuelas públicas con administración privada) eran Arts and minds charter high school e International studies charter school. En cuanto a las completamente públicas, eran New World School of the Arts y Coral Gables High School.
Ingresar a la escuela New World era sumamente difícil porque debido a que es una de las instituciones mas prestigiosas del mundo en cuanto a artes escénicas tiene filtros muy fuertes y Graciela no pasó de la segunda ronda. Las dos Charter al final fueron descartadas por falta de espacio y no ser suficientemente confiables; así que la finalista fue Coral Gables, que tenía bachillerato internacional y cursos avanzados, con los que podía estudiar materias universitarias y acumular créditos.
Como la escuela estaba cerca de donde vivíamos, Graciela podía ser ubicada por zonificación, pero igual se necesitaba pasar por un ciclo de selección para los cursos avanzados, lo que para ella era apenas un formalismo; así que fue aceptada y empezaría el año escolar 2009-2010 como estudiante freshman IB y AP en Coral Gables Senior High School.
cubanmiami5
Desafortunadamente, el principio del año escolar no pudo ser peor. El 15 de septiembre se suscitó una pelea entre dos estudiantes que terminó fatalmente cuando uno de ellos apuñaló e hirió de muerte al otro. Dio la coincidencia que ese mes tuve que viajar a Miami por una semana y estaba en casa cuando la tragedia pasó; Graciela me envió un mensaje de texto y me fui directo a la escuela con Lucy. Gitty estaba trabajando y preferí dejarla tranquila hasta tener pleno conocimiento de las circunstancias.
Como procedimiento estándar la escuela fue cerrada por completo, nadie podía entrar o salir excepto las autoridades competentes y los padres y representantes estábamos en las afueras esperando información. Como Lucy y yo nos fuimos directo sin ninguna provisión ni siquiera teníamos agua para calmar la sed; por suerte miembros de la superintendencia escolar instalaron puntos de aprovisionamiento para los familiares en espera, así pudimos hidratarnos hasta que anunciaron que permitirían a los estudiantes salir del encierro a la hora en que regularmente terminaban las clases. Para ese entonces mi mamá me había llamado desde Caracas porque había visto las noticias y quería detalles sobre lo que había ocurrido, le dije que Graciela estaba bien pero que por razones de seguridad no permitían entrar ni salir a nadie, que al llegar a casa la llamaríamos.
A las tres de la tarde pude recoger a Graciela en una de las entradas laterales de la escuela y nos fuimos a casa; ahí fue cuando pude llamar a Gitty, echarle el cuento completo y que Graciela le hablara de una vez para que no se angustiara. De esa forma pudo terminar su día de trabajo sin sobresaltos y la fuimos a buscar para que así no tuviese novedades en su ruta de regreso.
Gitty le dijo a Graciela que era mejor que se saliera de ahí, a lo que nuestra hija se negó de plano esgrimiendo una razón muy lógica acerca de las probabilidades de que tal tipo de suceso se volviera a presentar en su lugar de estudios, por lo que dijo que iba a continuar. Dos días después la acompañé a una vigilia por el descanso del alma del muchacho asesinado y me regresé a Seattle para continuar con mi trabajo.
Tiempo después, como nuestra hija estuvo en las cercanías de donde fue la pelea, fueron a nuestra casa unos detectives que estaban investigando el caso para hacerle algunas preguntas. Una abogada del equipo que representaba al presunto homicida nos contactó transcurridos otros meses para preguntarle otras cosas. Como Gitty tenía su formación en leyes, ambos estuvimos al lado de Graciela durante esas dos reuniones.
Nuestra hija tuvo razón, no volvieron a presentarse otros problemas del mismo tipo en su escuela y pudo seguir estudiando sin novedades, pero el susto nunca se nos quitó.
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