jueves, 27 de abril de 2023

Nuestra historia de amor: Capítulo 210: San Francisco.

 

El miércoles 24 nos levantamos muy temprano porque Gitty quería llegar lo mas rápido posible a ver el puente Golden Gate; y en realidad no recuerdo muy bien a que hora lo hicimos, pero sospecho que fue como a las seis de la mañana, porque a las siete ya estábamos montados en la camioneta que estaba muy sucia por todo el trajín del día anterior; de hecho el parabrisas y toda la parte delantera estaban llenos de insectos muertos, por lo que le dije que antes de coger vía tenía que pasar por un autolavado para sacar lo mas posible de todos esos restos y así tener una visibilidad aceptable.

Gitty se resignó, pero mientras yo estaba en la faena, porque el único lugar que encontré cerca del hotel era uno donde el mismo conductor lava el carro con mangueras de alta presión; se quejaba constantemente ya que pensaba que el puente y la ciudad se iban a ir antes de llegar nosotros. Tuve que apurarme lo mas posible para que se quedara tranquila y terminé la tarea en tiempo récord.

Estaba tan, pero tan emocionada que tomaba videos de todo, mientras seguía quejándose porque el tráfico no nos dejaba ir mas rápido; esto se debe a que en las mañanas todo el mundo va a San Francisco, como esa ciudad es tan cara, todos los que trabajan allí viven fuera, y las vías de ingreso a la ciudad no pueden manejar la enorme cantidad de vehículos que ingresan a ellas al iniciarse la jornada laboral.

Para dar una idea, sin tráfico el tiempo que se tarda de ir desde Stockton al centro de visitantes del puente Golden Gate es de poco mas de 45 minutos vía autopista; en las mañanas de día de semana es de casi tres horas.

Por fin, luego de tanto tiempo metidos en tráfico, incluyendo cornetazos, cambios bruscos de canal, unas cuantas muy sabrosas mentadas de madre y problemas en los peajes porque todas las vías que van a la ciudad tienen peajes y los pagos son hechos a través de aparatos que se pegan en los parabrisas de los vehículos. Pero como el nuestro era alquilado y no éramos del lugar pues no teníamos forma de pagar porque en las casetas no se recibe efectivo; después de todo ese peo, logramos entrar a la autopista que nos llevaría al puente.

Y en ese momento, sin nosotros buscarlo ni tener nada preparado, empezó a sonar "Night in Tunisia," la versión grabada en el Massey Hall de Toronto, Canadá el 15 de mayo de 1953 por "El Quinteto;" compuesto por Dizzy Gillespie, Charlie "bird" Parker, Bud Powell, Charles Mingus y Max Roach. Este concierto y el álbum subsiguientes son considerados por todos los entendidos como obras de arte en si mismas y forman parte de las 100 mejores grabaciones en la historia de la música.

Que esa sublime pieza musical empezara a sonar en aquel momento hizo que ambos nos quedáramos callados mientras cruzábamos el puente.

Luego llegamos a la zona de visitantes y pasamos cerca de tres horas en el lugar.


De allí nos fuimos a la ciudad, ni se me ocurrió hablarle a Gitty de las excursiones a la isla de Alcatraz porque sabía que iba a recibir un ¡NO! rotundo; a cambio de eso paseamos por todo el centro y lo único que nos faltó fue la zona que da al mar porque ella me dijo que se sentía muy cansada como para caminar por ese boulevard.


Pero de ninguna manera iba a dejar de pasar por la calle Lombard, esa que se hizo famosa en la película "Bulitt" de Steve McQueen.


El camino de regreso a Stockton no fue tampoco muy fácil, nos fuimos a la hora en que todo el mundo sale de sus trabajos para regresar a sus casas fuera de San Francisco y el tráfico es infernal. Recuerdo que para salir tuvimos que coger por el puente de la bahía y fue una de esas raras veces en que me asusté manejando; ese puente es de dos pisos, el de arriba es el de entrada y el de abajo es el de salida; el detalle está en que ambos pisos estaban completamente full de carros y la altura respecto al mar es muy considerable, como de 50 o 60 metros.

En lo único que pensaba, pero que no le iba a decir a Gitty era: "que los ingenieros que diseñaron esta vaina hayan hecho muy bien sus cálculos; porque si hay un movimiento sísmico aquí con todo este peso, todos nos vamos a matar par coño y no sé si va a ser ahogados, por el coñazo contra el agua o el coñazo de toda la estructura y los carros y camiones que tenemos encima. O las tres vainas."

Todos esos pensamientos los tenía mientras mostraba cara de póquer y hablaba cualquier cosa con Gitty, no me pude relajar sino hasta que salí de ese puente.

Dimos vueltas y revueltas durante las dos horas que nos tardamos en regresar a Stockton, aunque no llegamos directo al hotel sino que nos fuimos a comer a un Applebees que estaba en la vía, porque en San Francisco no es recomendable tomar ni agua, todo es sumamente caro, lo mas que se puede comprar son souvenirs y va que chuta.
  

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