miércoles, 26 de abril de 2023

Nuestra historia de amor: Capítulo 209: Nos vamos a California.


 La fecha que escogimos para el viaje fue la última semana de abril, entre el lunes 22 y el domingo 28. Normalmente tendíamos a improvisar las vacaciones, pero en este caso todo lo planeamos cuidadosamente; lo mas complicado fue el proceso del hospedaje, como Gitty quería conocer primero San Francisco tuvimos que ponernos a buscar un hotel que valiera la pena, pero debido a lo costoso de la ciudad las tarifas eran realmente prohibitivas; pasar la noche en un antro lleno de chinches frecuentado por drogadictos y prostitutas costaba 200 dólares. Ante tal realidad tuvimos que ir ampliando el radio de búsqueda hasta que encontramos un hotel bastante aceptable de la cadena Best Western Plus en Stockton, poco mas de 100 dólares diarios con desayuno incluido y en una zona comercial donde no había muchos desamparados pululando por los alrededores.

Una vez que reservamos el hotel por un total de cuatro noches lo demás se hizo fácil y Gitty se alegró porque sabía que el viaje se iba a dar. Para no meterle millas adicionales al carro decidimos alquilar una camioneta, y si bien ella prefería una Toyota u Honda, le dije que la diferencia entre ellas y una Cadillac por la semana entera no llegaba a los 100 dólares, así que mejor era darse el gusto de viajar en carro de lujo porque no sabíamos si tendríamos esa posibilidad en el futuro; quedamos de acuerdo y alquilamos nuestra nave.

Saldríamos la madrugada del martes 23 para que nadie se diera cuenta en el edificio. Desde que empezamos a vivir juntos Gitty preparaba planes para que nuestras salidas fuesen hechas de la manera mas subrepticia posible y nadie se enterara que el lugar donde vivíamos estaba vacío. En este caso el procedimiento fue el siguiente: pasé buscando la camioneta al aeropuerto de Sea-Tac a las seis de la tarde del lunes, fui a buscar a Gitty al trabajo a las ocho de la noche, llegamos al apartamento, subí a buscar el equipaje que ya estaba listo, lo metí en la camioneta y nos fuimos a dormir; nos levantamos a las 2:30 de la madrugada, nos bañamos, arreglamos y preparamos las cosas que no habíamos bajado, que básicamente eran todos los artículos de aseo personal, agarramos a Lucy, bajamos las escaleras, nos montamos en nuestra camioneta y a las 3:30 salimos del estacionamiento para entrar a la autopista I-5 rumbo sur.


Llegamos a Stockton a las 5:30 de la tarde luego de recorrer 800 millas, equivalentes a 1.300 kilómetros, y haciendo varias paradas en la vía como es de imaginarse, para comer, pasear a Lucy, estirar las piernas, etc. Aun con esas pausas el viaje fue demoledor, porque a pesar de andar en la autopista I-5 todo el tiempo, había mucho tráfico pesado y una enorme cantidad de locos manejando; como si esto fuera poco, salimos bajo un torrencial aguacero y la lluvia nos acompañó hasta Salem en Oregon.


Gitty, como es de imaginarse, estaba emocionadísima porque uno de sus mayores deseos era conocer el estado de California, así que todo le llamaba la atención.  

Esa tarde llegamos a la habitación del hotel, nos dimos un buen baño, le pusimos su comida a Lucy, salimos a buscar algo de comer en un oso Panda express que estaba en las cercanías del hotel y caímos como piedras para levantarnos a las siete de la mañana, desayunar y coger vía a San Francisco; el lugar que Gitty deseaba tanto conocer.

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