- Ya este cáncer me está recordando el jueguito ese de las salas de videojuegos, el del topo que le das por un lado y sale por el otro.
- ¿Por qué dices eso?
- Hace 14 meses supuestamente el cáncer se había ido y volvió, ahora parece haberse ido otra vez, a ver si no sale luego por otro lado.
- Ojalá que no pase así.
- Así es, pero es mejor que estemos preparados y que la doctora tenga planes de contingencia por si acaso, hay que estar mosca.
- Sí, no nos podemos confiar.
- Lo bueno es que ese tratamiento tan bestial al menos dio resultado, y como que el coordinador de radioterapia tenía razón cuando te dijo que esas radiaciones iban a eliminar el cáncer.
- Sí, él me dijo que podían durar hasta cinco años.
- Bueno, ojalá dure mas. Como no podemos predecir el futuro lo que nos toca es vivir el presente.
- ¿Y cómo vivimos el presente?
- Como si no hubiera mañana. Vamos a pasar bien las fiestas y ya con esta buena noticia le debe bajar la presión a Graciela y deberá portarse bien.
- Ella me trató muy mal durante todo este ciclo de tratamientos, tú lo sabes.
- Por eso, no supo manejar el estrés y se puso agresiva sin necesidad. De paso, trabajando en la campaña de Hillary Clinton y metiéndose en el negocio de un carro eso empeoró las cosas.
- ¿No te ha dicho nada del carro?
- No, algún día lo dirá como cosa de ella, pero se está metiendo en muchos gastos, por eso se estresa también, pero tú necesitas tranquilidad y paz mental, así que vamos a hacer lo que tú quieras que hagamos.
- ¿Y eso incluye el sexo? - y se le iluminaron los ojos cuando dijo eso.
- Pero bueno chica, estás peor que el tipo del chiste que en todos los dibujos que le enseñaba el siquiatra veía una mujer desnuda. Coge pausa, la vida no es solo sexo. Podemos hacer otras cosas.
- Bueno Ramón, yo soy una mujer de carne y hueso que siente y padece, y a mí me gusta y eso no tiene nada de malo.
- Claro que no, pero ya sabes, hay que ir poco a poco porque ese tratamiento que te puso la doctora era para caballos, cuando te sientas bien de un todo ya podemos encargarnos de eso, porque tener sexo sintiéndose mal es una forma de tortura.
- ¿Y qué hacemos durante esos días? Yo creo que para el 15 de diciembre ya me voy a sentir bien y podemos darle gusto al cuerpo.
- Bueno, salimos a pasear, vamos al Cascanueces de Centralia y vemos los tractores con luces, paseamos por ahí y buscamos pasarla lo mejor posible.
A principios de mes la fundación que becó a Graciela la invitó a ella y nosotros a un almuerzo en el hotel Sheraton de Seattle para que los becados y sus padres compartieran con los padrinos o patrocinadores. Como tenía que trabajar les dije que las dejaba en el hotel y me iba, que Gitty y ella disfrutaran la velada, momento que serviría también para bajar las tensiones y liberar estrés.
En cuanto al trabajo de la campaña todos sabemos como terminó y no sirvió de nada todo el esfuerzo que Graciela y muchos como ella hicieron buscando evitar ese desenlace.
Sin embargo, a pesar de lo difícil de esos meses, Lucy vivió de lo mejor y fue nuestro antiestrés natural.
Por lo menos tendríamos nuestro segundo fin de año seguido sin cáncer.
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