- Debiéramos escuchar hoy el programa de blues de la radio, que trae canciones muy buenas.
- Por mí está bien, para variar, así escuchamos algo nuevo y nos ponemos mas cultos.
- Ok, entonces esta noche es de radio y Budweiser, para enfurecer a los puristas.
- Como si alguien nos estuviera viendo o le importara lo que hablamos, lo que hacemos es sentarnos en el sofá a hablar güevonadas y recordar los viejos tiempos, como dices tú: "cuando las vacas eran gordas y la música era música."
- Bueno, esa frase no es mía, eso lo decía el viejo Ramón Molist Cayón, todavía recuerdo su nombre completo después de todos estos años, el viejo catalán que trabajaba en la oficina de contabilidad de la clínica El Ávila.
- ¿Ese no era el viejo que tú contabas que le salía con patadas a la gente cuando atendía el teléfono?
- Bueno, no era con todo el mundo, eso pasaba cuando llamaban a un tipo que había trabajado allí que se llamaba Adelmo, el sujeto parece que tenía muchas mujeres y ellas lo seguían llamando a la clínica después que se fue. El viejo era un vacilón porque tenía la mecha corta, no era muy paciente, y cuando las mujeres insistían en llamar se arrechó y cada vez que preguntaban por el tal Adelmo les decía: "lo botaron como un perro" y con la misma les tiraba el teléfono ¡PAF!
- Coño, ese viejo sí era cómico.😂😂😂😂
- Sí, él era quien decía que cuando era joven aplicaba lo que él llamaba la "táctica catalana:" "del baile pa'l hotel."
- Como que tuvo una juventud muy movida.
- Así parece, era un vacilón.
- Esta semana me estaba acordando de cuando éramos novios.
- Sí, que tiempos aquellos, tú eras la muchacha mas bella y dulce que había en todo el planeta Tierra, me sentía como un superhéroe cuando estaba a tu lado.
- Bueno, yo estaba acordándome de cosas menos románticas y mas movidas.
- 👀👀👀👀😬😬😬 Cuidado, no te vayas a poner fresca, como le dijo Willie Colón a Madame Kalalú.
- ¡Ay, tú si eres moralista! Estamos solos, Lucy no sabe de lo que hablamos y tú te asustas, como si no fuéramos marido y mujer, tú sí eres bobo.
- No es eso, es que me da pena.
- Pena da robar y eso si a uno lo ven.
- Bueno, está bien, ¿de qué te estabas acordando?
- ¿Te acuerdas de la película aquella, ocho o nueve semanas, o eran siete? No recuerdo bien, pero que era bien erótica sin que cayera en lo pornográfico.
- Ah, nueve semanas y media, sí, claro que me acuerdo.
- De esa me estaba acordando esta semana mientras estaba trabajando.
- ¿Y eso?
- ¿No te acuerdas de lo que hicimos después de ver la película?
- Ah, eso.
- ¿Solo "ah, eso"? Yo todavía lo recuerdo.
- Sí, ya sé.
- Ahora te comieron la lengua los ratones, ¿no te acuerdas de lo que inventamos?
- Bueno, sí. También recuerdo que nos fuimos a un hotel de la Panamericana a "recrear" escenas de la película. Yo sí era pretencioso, aunque creo que no fuimos los únicos, pero estaba muy en desventaja al compararme con Mickey Rourke, ese tipo era un galán. En cambio tú sí estabas en la misma liga de Kim Basinger.
- Yo te veía como todo un galán, mi galán de ébano.
- Galán de otoño
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