jueves, 13 de abril de 2023

Nuestra historia de amor: Capítulo 196: Billy Baroo's

 


Cerca de donde vivimos hay unos campos de golf públicos y en la casa club está un restaurant llamado Billy Baroo's, nombre sacado de una escena en la parte final de la película Caddyshack, cuando el viejo ricachón busca derrotar al protagonista con un palo homónimo.

Ni idea de por qué los dueños del local decidieron ponerle ese nombre mas allá de su obvia naturaleza golfística. De hecho, en el salón principal hay un mural con todos los personajes de la película.

Estos campos de golf se encuentran cerca de la autopista I-5, por lo que cada vez que íbamos a Seattle o regresábamos a casa pasábamos al frente en carro o en autobús, y Gitty siempre me decía que quería entrar para ver que tal era; la ocasión para hacer tal cosa se presentó en 2017, al ella cumplir los 50 años, pero como estaba en tratamiento me dijo que mejor lo dejábamos para mas tarde, así que terminamos yendo por primera vez en nuestro aniversario de la boda eclesiástica, el mes de septiembre.

Por lo que vi un día de la primera semana del mes cuando pasé para enterarme de los horarios, el mejor momento era el sábado en la noche porque presentaban música en vivo hasta las 10, y como además el 9 de septiembre ese año caía en sábado, pues estaba perfecto.

A Gitty le encantó el lugar, tanto por la comida, como por el servicio y por la música, porque la banda que tocó aquella noche era bastante buena. Sin embargo, lo que la enamoró fue el ambiente; los sábados, aprovechando el show musical, se hacían fiestas de cumpleaños e iban grupos a celebrar la ocasión, con lo que el restaurant se convertía en un bonche, con la gente bailando y cantando y al final todo el mundo disfrutaba la velada, aun quienes no estaban como invitados de los cumpleañeros.

- Es que es como si uno estuviera en una fiesta, y no tenemos que llevar regalo ni nada, solo llegamos a Billy Baroo's y nos incorporamos a la velada para pasarlo de lo mas bien. 

Así me decía ella con frecuencia, desde septiembre de 2017 celebramos todos nuestros cumpleaños, aniversarios de bodas y día de los enamorados en ese lugar, hasta que llegó la pandemia.

Gitty era inmensamente feliz allá y se lo pasaba de lo mejor, comiendo, brindando, escuchando la música, compartiendo con los músicos y sobre todo disfrutando del sarao en el que estábamos de arroceros (así se llamaba en Caracas a los que se aparecían en una fiesta sin ser invitados).

Y claro, tenemos algunos videos que pudimos grabar.



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