lunes, 10 de abril de 2023

Nuestra historia de amor: Capítulo 193: Verano de 2017.

 


Esta imagen de Gitty sirve para describir como pasamos ese verano, con todo y su tratamiento contra el cáncer, relajada y alegre; salimos de paseo a muchas partes, almorzamos y cenamos en restaurantes, fuimos a la feria del estado en Puyallup y reiniciamos nuestras fiestas privadas, que serán tratadas en mas detalle en próximos capítulos.

Estaba tan contenta que hasta se tomaba selfies haciendo morisquetas y poniendo caras.


Luego le dije que se tomara unas donde se viera con su belleza natural y me hizo caso.


Paseamos mucho en ese verano y pudimos tomarnos una foto familiar, asignatura pendiente desde hacía varios años.


Gitty se sentía optimista respecto a derrotar el cáncer al contar con el amor y respaldo de su familia, luego de que Graciela estuvo en capacidad de controlar su estrés. En cambio, a mí ese mismo estrés me empezó a hacer mella físicamente sin yo saberlo; el día de la foto, 2 de julio, Graciela nos invitó a comer a un restaurante en Seattle donde preparaban unas hamburguesas muy sabrosas, y a continuación fuimos a la residencia donde ella estaba viviendo para el momento porque tenía que recoger unas cosas. En ese trayecto se me pegó un dolor de barriga de la nada y me dí cuenta de que no me iba a dar chance de llegar al apartamento de Tukwila, no me quedaba otra alternativa que usar el baño de la residencia de mi hija, así no lo quisiera. Lejos estaba de imaginar que ese era el primer síntoma del síndrome del colon irritable que me diagnosticarían un par de años después.

En todo caso, supuse para el momento que era simplemente uno de esos episodios que se le presentan a todo el mundo de vez en cuando y no le hice mayor caso, además no quería sobrecargar mi seguro de salud para no afectar los procedimientos de Gitty que tenían prioridad absoluta debido a su elevado costo y recurrencia.

Durante una de las visitas de mantenimiento del carro en Everett, le dije a que deberíamos ir a la feria estatal para ver las exposiciones y pasar un rato diferente; esto porque la Honda tenía una oferta especial para sus clientes que disfrutarían un descuento de 50% en las entradas. Ella estuvo de acuerdo, así que las compré y fuimos a nuestra feria, duramos todo un día en sus instalaciones y Gitty disfrutó un mundo; especialmente cuando se comió una hamburguesa monstruosa que pesaba como medio kilo (una libra).


Y tomó muchas fotos de las atracciones, especialmente las flores ganadoras de premios.


También en ese verano fue la primera vez que Graciela salió en el periódico, y no solamente eso, sino que fue en la primera página del Seattle Times; cuando el Fiscal general del estado de Washington demandó a la administración del expresidente delincuente por querer eliminar el programa DACA creado por la administración Obama. Como Graciela estaba metida de lleno en el activismo político, pues estuvo presente en la rueda de prensa del Fiscal Ferguson, que se haría amigo de ella y en la foto aparecen muertos de la risa.


Y Lucy también disfrutaba la vida, además de estar gordita.


Ese verano fue muy alegre para Gitty, aun en el hospital, y todavía faltaban muchas cosas por hacer que se irían completando con el tiempo. La vida es una sola y hay que disfrutarla, porque como le decía a ella:


- Después que uno se muere no se sabe lo que va a pasar, así que hay que aprovechar el tiempo.

- ¿Y si uno reencarna?

- Eso es lo que no sabemos, como dice la canción del Gran Combo.



No hay comentarios.: