Acerca de cómo sobrevivir a la pérdida de la única mujer que he amado mientras me dedico a escribir tonterías para encontrar algún sentido a la vida que no es vida sin ella.
miércoles, 19 de abril de 2023
Nuestra historia de amor: Capítulo 202: Vuelve el cáncer.
En abril de 2018 se detectaron células malignas en un ganglio linfático del cuello; luego de discutir los potenciales tratamientos, la doctora decidió iniciar un nuevo plan que contemplaba una docena de radiaciones no tan intensas como las del 2016 y una nueva medicina intravenosa, el pembrolizumab, que es la que se conoce hoy en día como la principal droga para el proceso antineoplásico de inmunoterapia.
Como ya estábamos acostumbrados a las reincidencias lo único que dijo Gitty fue:
- Parece que al cáncer le gusta joder durante el verano, pero no me lo va a joder, se va a quedar con las ganas.
Y tal como lo dijo, así fue. Luego que se fue el frío nos dedicamos a tratar de pasarla bien con las limitaciones que daban los tratamientos que habían sido programados para empezar en junio, de hecho Gitty pegó el calendario de la pared de la cocina para tenerlo a mano.
Asimismo, se puso a tomarme fotografías sin mi consentimiento mientras dormía junto con otras de ella misma recostada en la cama con Lucy.
Y en este año celebró su cumpleaños haciendo una torta (pastel) de fresas acompañada de un quesillo.
En abril de 2018, las oficinas corporativas de Amazon, en el centro de Seattle, habían inaugurado un espacio que fue bautizado como "las esferas" porque eran literalmente tres esferas de cristal comunicadas entre sí que servían como un invernadero y espacio de descompresión para el personal de la empresa. Por lo interesante y novedoso del concepto abrieron el lugar para visitas públicas en mayo y Gitty quiso ir, así que reservamos entradas para el segundo sábado del mes y las conocimos.
Y sí, habíamos aprendido a vivir con el cáncer, que había pasado de ser una tragedia a ser un moscardón fastidioso que revoloteaba alrededor de nosotros. Cuando Gitty estaba en pleno tratamiento de radiaciones fue mi cumpleaños y ella quiso celebrarlo aunque le había dicho que no hacía falta, que con la torta de fresa y el quesillo estaba bien, pero eso no le bastaba y me dijo que fuéramos al juego de beisbol de los Marineros que ese fin de semana jugaban contra los Medias Rojas de Boston; Gitty no era ni remotamente fanática de ese deporte como lo soy yo, pero los estadios de grandes ligas son muy amenos y la gente se divierte mucho no solamente por el juego en sí sino además por todo lo que se hace en los entreinnings y a ella le gustaban esas actividades. Por cierto que el equipo a través de Twitter le pidió a todos los cumpleañeros de ese día que se manifestaran y Graciela tomó una selfie de los tres que salió en el jumbotron del estadio y de paso nos felicitaron.
Pero, como es de imaginarse, no todo era diversión; las radiaciones si bien no eran tan intensas como las de 2016 siempre generaron efectos secundarios, no tan severos como los de las anteriores pero eran igual de molestos, los principales fueron: dolor de oídos, problemas para tragar y mover la cabeza. A la larga todo eso se desvanecería al terminar la radioterapia, pero la incomodidad estaba allí. En junio el Grupo Niche llegó de gira a Seattle y Gitty estaba deseosa de ir a verlo porque ellos tocaban una de sus canciones favoritas.
Desafortunadamente, se iban a presentar en un ballroom cerrado y Gitty no iba a poder soportar el volumen de la música con ese dolor de oídos que tenía, por lo que no había otro remedio sino esperar otra oportunidad que no se dio.
Una vez que terminaron las radioterapias en el cuello y el tumor se había disuelto se programaron las dosificaciones de Keytruda, la medicina de inmunoterapia. El tratamiento se inició en julio y le causó una fuerte reacción a Gitty debido a que modificó su sistema inmune, tanto así que le salió una erupción por todo el cuerpo y hubo que suspender las dosis por varias semanas hasta que las manchas se fueron.
Luego fueron reprogramadas las dosis y la erupción no volvió. Para ese entonces Gitty veía a la doctora, la terapeuta, el doctor Behrens, un oftalmólogo y un dermatólogo.
Y recuerdo muy bien lo que me dijo al salir de una de las sesiones de radioterapia:
- Al carajo, este verano vamos a salir y pasarla bien, ese cáncer del coño no me va a venir a joder mi verano.
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