jueves, 20 de abril de 2023

Nuestra historia de amor: Capítulo 203: El verano de 2018.


Gitty cumplió lo que prometió. Ese verano fuimos al festival de Seafair, al museo automovilístico LeMay en Tacoma y al museo de la aviación cerca de la casa.

El festival Seafair es una fiesta veraniega que se hace en Seattle todos los años durante una semana del mes de agosto, tiene muchas atracciones y eventos de todo tipo como la elección de la reina del festival, banquetes para recaudar fondos para diversas causas benéficas, un torneo de golf válido para el campeonato de la PGA, visitas de buques de guerra de la armada y el plato fuerte que se celebra al al final de la semana a orillas del lago Washington; el show aéreo del grupo acrobático de esa fuerza, los Blue Angels, junto con carreras de lanchas en el propio lago.

Gitty y yo disfrutamos del espectáculo aunque se nos hizo muy difícil tomar fotos o videos, porque para ese evento va mucha gente y se hace complicado encontrar buenos lugares para esos menesteres; de todas formas nos las arreglamos para usar la cámara durante el show aéreo.

Igual la pasamos muy bien, comimos en el lugar sentados en el suelo, vimos las carreras de lanchas y como el día fue bien caliente, pues sudamos bastante. Este evento se presenta en un parque al borde del lago y todos los asistentes llegan en autobuses que se toman a la salida de una de las estaciones del tren ligero en la zona de Othello; luego, al finalizar el espectáculo, la gente se monta en ellos para el regreso y los dejan en la misma estación.

La semana siguiente fuimos al museo de la aviación. Este museo es enorme, llegamos a las 11 de la mañana y salimos a las seis de la tarde; hay una enorme cantidad de aparatos en exhibición y es imposible verlos todos en un solo día. Por esos tiempos se habían iniciado las celebraciones por los 50 años del primer viaje a la luna en el Apolo 11, celebración que duraría un año, y había una exposición especial debido a ese acontecimiento.


Pero como es natural, esa exposición no era la única, en el museo hay todo tipo de aviones civiles y militares.


Como el Air Force One que usó Nixon para visitar a Mao Zedong (Mao ama a Nixon, Nixon ama a Mao).


Ese día fue bastante caliente y llegamos bien cansados al apartamento, donde Lucy estaba así:


Y eso a pesar de dejarle bastante agua fría y las ventanas abiertas para que le corriera el aire.

La semana siguiente fuimos al museo automovilístico LeMay en Tacoma, que tiene una exhibición de carros clásicos e históricos de todo tipo, incluido el troncomóvil de Pedro Picapiedra.


Durante esa visita estuve bastante mal del estómago, con náuseas y malestares, tan así que Gitty se molestó mucho conmigo por no estar pendiente de mi salud y me obligó a ir al médico esa misma semana. Al final me diagnosticaron síndrome del intestino irritable, esofagitis y reflujo gastroesofágico, luego me irían surgiendo otros problemas de salud debido al estrés pero por el momento con todos estos bastaba.

El tratamiento de Keytruda no era muy grave en cuanto a los efectos secundarios, el único fuerte era el dolor en las articulaciones, especialmente las de las manos, pero no habían otros mas complicados, al menos en el corto plazo; otra buena noticia era que  parecía que las lesiones cancerosas estaban disminuyendo aceleradamente y no parecían reagruparse.

Había espacio para la esperanza. 

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