jueves, 4 de mayo de 2023

Nuestra historia de amor: Capítulo 216: Amanda Park.

 El último lunes de mayo se conmemora el día de la recordación o Memorial Day, que es uno de los feriados nacionales, en este se recuerda a los caídos en las múltiples guerras que ha librado el país. Es también considerado el inicio de la temporada de verano y mucha gente acostumbra viajar ese fin de semana largo.

El sábado del "memorial weekend" de 2019, a pesar de haber amanecido bastante lluvioso, como no teníamos nada mejor que hacer, Gitty me propuso salir a pasear a Amanda Park y nos fuimos para allá. No era la primera vez que íbamos al lugar, porque allí estaba la comunidad indígena en la que ella trabajó durante un par de meses en 2014, la tribu Quinnault. El lugar es muy bonito, y el lago, que tiene el mismo nombre de la tribu, tiene al fondo a las montañas Olympic, que cuando están nevadas convierten al lugar en algo de una belleza espectacular.


Sin embargo, tal vista es muy elusiva, porque los cielos en invierno y primavera están encapotados casi todo el tiempo, y de hecho, en todas nuestras visitas nunca pudimos ver esa escena que Gitty tuvo la fortuna de contemplar la primera mañana que estuvo en ese lugar.


De todas formas, igual fuimos para pasar un rato diferente y así recorrimos el pueblo, visitamos una pequeña cascada y caminamos un poco por el borde del lago con Lucy.  Haciendo todo esto encontramos un restaurant que estaba cerca de una posada y decidimos cenar allí. Como el clima estaba fresco y Lucy estaba bien abrigada no había problema si se dejaba en el carro con su cobija.


Gitty quería quedarse ese fin de semana en el lugar porque había habitaciones vacantes, pero como ni en la posada ni en el hotel que está al otro lado del lago aceptaban mascotas, se nos hizo imposible. Luego del deceso de Lucy desapareció el obstáculo, pero nunca encontramos el tiempo adecuado para darnos la escapada; en algún momento nos planteamos hacerlo durante el otoño de 2022, pero el destino nos alcanzó antes de la llegada de esa estación.

Así las cosas, compramos un imán para ponerlo en la nevera, caminamos un rato mas y regresamos a casa. La ruta no es muy larga, pero como mas de la mitad se recorre en carreteras rurales, el tiempo del trayecto es de aproximadamente cuatro horas; tiempo que se incrementa si está lloviendo, aunque vale la pena porque se pasa a través del parque nacional Olympic.

Al menos Gitty se despojó de esas limitaciones que se ponía ella misma acerca de no salir a pasear con mayor frecuencia y así pudo disfrutar de muchos momentos gratos a lo largo de todos estos años, porque como ambos acostumbrábamos decir, algo que es un lugar común:

- "Lo único que te vas a llevar cuando te mueras son los buenos momentos que pasaste en vida, los paseos que diste, los lugares que conociste, las alegrías que recibiste, el amor que te entregaron tus seres queridos, los hermosos momentos que disfrutaste con tu pareja." 

Y así fue, y por suerte todavía quedaban muchos buenos momentos por vivir.

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