martes, 2 de mayo de 2023

Nuestra historia de amor: Capítulo 215: El cumpleaños 52 de Gitty.

 

Desde que la conocí, Gitty me dijo que nunca le habían celebrado su cumpleaños en forma. Por tal razón siempre se le festejaron mientras estuvimos juntos, así fuera simplemente comprando una torta (pastel) y cantando la canción de "Cumpleaños feliz", pero bajo ninguna circunstancia se dejaba pasar la fecha por debajo de la mesa. Luego de convertirse en madre, se hacía costumbre matar los dos pájaros de un solo tiro porque la distancia entre el tres de mayo y el día de las madres era apenas de unos pocos días. Y siempre le felicitaba apenas tenía un chance, como este ejemplo de 2018 cuando le mandé un mensaje en plena madrugada del día de su nacimiento.

Gitty, luego del viaje a California, estaba de lo mas alegre y esa alegría se hizo mucho mayor cuando no se encontraron rastros de cáncer en su cuerpo en la tomografía de abril, era el mejor regalo que podía recibir; de hecho fue la primera vez en que la enfermedad se consideró que estaba en remisión y así estaría por algo mas de un año. Días antes de irnos a California me escribió un mensaje mientras yo estaba trabajando porque se sintió inspirada.

El sábado cuatro de mayo fuimos a nuestro restaurant favorito a celebrar con Graciela.


Había comprado entradas para el concierto de Eddie Palmieri y su Latin Jazz Ensemble el martes siete de mayo a las 6:30 de la tarde con cena incluida, ese día Gitty tenía cita para recibir su dosis de Keytruda, pero se presentó un inconveniente con el itinerario y al final pospusieron todo para la tarde del jueves nueve. Cuando le notificaron el cambio de fecha me dejó dormir y cuando me desperté le pregunté que por qué me había dejado durmiendo si teníamos que ir al hospital y me dijo:

- No hay problema, me cambiaron la cita para el jueves, así que tenemos tiempo de sobra para ir a The Triple Door.

- Ah, Ok. Entonces podemos hacer todo despacio. 

Por su cumpleaños le llevé un ramo de rosas rojas y lo adornó con el globo que Graciela le había obsequiado.


Esa noche fuimos y estaba tan contenta que se puso a grabar en video buena parte del concierto. La ventaja de Triple Door sobre Dimitriou's Jazz Alley era que en el primer lugar no le prestaban mucha atención a que la gente grabara videos con sus teléfonos, mientras que en el segundo era muy difícil hacerlo porque está expresamente prohibido. Todo esto lo hizo ella con su teléfono en vivo, lo que generó algunas fallas de origen.


Fue una velada inolvidable, estaba tan alegre y se veía radiante, parecía que lo mejor de todo estaba por venir.


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