miércoles, 31 de mayo de 2023

Nuestra historia de amor: Capítulo 240: Arranca el primer tratamiento experimental.

El caso de Gitty fue transferido al centro de investigación contra el cáncer Fred Hutchinson la segunda semana de enero, en aquellos tiempos el SCCA estaba separado del ala investigativa y recién se fusionaron a finales del 2022.

Una vez que el grupo de terapias experimentales dirigido por el Dr. Banda recibió el expediente de manos de la Dra. Swisher se inició el primero de los dos tratamientos que Gitty recibiría. Era oral, no inyectado ni como suero y consistía en una pastilla que debía ser tomada en ayunas al levantarse todos los días; estaba supuesta a tener menos efectos secundarios que los otros tipos de tratamientos y la acción que debía tener sobre las células cancerosas era la de disolver sus membranas citoplasmáticas destruyéndolas de manera efectiva, o al menos eso era lo que debían hacer en teoría.

La razón por la que el cáncer de Gitty se hacía tan difícil de tratar era que tenía origen mixto, una de sus causas era hormonal y la otra genética; por tanto, una droga que podía resolver lo primero no podía con lo segundo y viceversa. Ante tal anomalía se usaban terapias combinadas en su caso, pero ellas traían sus propias limitaciones.

Así las cosas, se inició el tratamiento experimental y en un principio mostró buenos resultados, de hecho luego de las tres primeras semanas la evaluación fue positiva y las lesiones pulmonares desaparecieron casi por completo, mientras que las del hígado y la glándula suprarrenal derecha detuvieron su crecimiento. Sin embargo, para la segunda evaluación, pasadas cinco semanas, la tomografía mostró señales de crecimiento en todos los frentes, era lento pero perceptible y eso se reflejaba en el marcador CA 125 que había subido también.

Durante los tiempos en que la Keytruda hizo efecto, el marcador CA 125 llegó a caer a niveles tan bajos como 8, y lo máximo que llegó a subir fue a poco mas de 20. Cuando dejó de ser efectiva el marcador se disparó a poco mas de 40 y allí fue que se detuvo el tratamiento.

En el caso del primer estudio, CA 125 llegó hasta los bajos 20 y luego tuvo un rebote que lo llevó a niveles de 80. Para la séptima semana era mas que evidente que la medicina experimental no estaba trabajando y al mismo tiempo generaba muchos efectos secundarios como diarreas, nivel elevado de fatiga e inapetencia. 

A mediados de marzo el equipo investigador, luego de reunirse con la Dra. Swisher, decidió que el tratamiento no surtía los efectos deseados en la paciente y decidió transferirla a otro que estaba iniciándose para el que Gitty también era buena candidata; el nuevo apuntaba a un tipo de cánceres del cual el mas conocido es el de células no pequeñas de pulmón, que es muy similar al de endometrio, por lo que se evaluaría su efectividad en este último.

Ese mismo mes de marzo, el médico internista de Gitty, el Dr. Cristopher Behrens, fue el primer médico que le dijo de manera oficial que su cáncer era incurable, que lo mas a lo que se podía aspirar era a hacerlo crónico y que al mantenerlo a raya con tratamientos ella podría tener una posibilidad de sobrevivencia por tiempo indefinido, pero que definitivamente con las herramientas existentes no podía ser curado.

Gitty me llamó al trabajo para darme la noticia, estuvimos conversando un buen rato al respecto y lo que concluimos fue bastante simple:

- Podemos vivir con una enfermedad crónica como la diabetes o la hipertensión, Si el cáncer puede mantenerse a raya por bastante tiempo vale la pena que eso pase, es la alternativa menos mala.

Desgraciadamente, al desaparecer la posibilidad de la curación ya solamente quedaban dos, la cronicidad y la terminalidad, con lo que las probabilidades de la segunda aumentaban sin ponderación alguna de 33% a 50%, y eso al final no era muy halagüeño que digamos.


Y a mediados de ese febrero cayeron unas nevadas tremendas que prácticamente paralizaron la ciudad por varios días, tan así que a ambos se nos hizo difícil ir a trabajar porque las vías se volvieron intransitables en muchos lugares.

Pero a pesar de todo Gitty seguía bien clara en que debía seguir teniendo ES-PE-RAN-ZA. Y con esa esperanza llegó la única buena noticia de ese periodo, la tan deseada vacuna para prevenir el COVID-19.
 

domingo, 28 de mayo de 2023

Nuestra historia de amor: Capítulo 239: Acerca de la sexualidad humana (I).

 


Claro que hablábamos mucho de sexo, eso debe pasar con todas las parejas, pero no necesariamente quería decir que nos poníamos a conversar acerca de lo que hacíamos o dejábamos de hacer al respecto, sino mas bien acerca de la sexualidad de los seres humanos, los extravíos de la pasión y las duras decisiones que a veces se debían tomar gracias a las consecuencias de tener sexo.


Fueron muchas veces las que conversamos al respecto, y lo que sigue es la condensación de esas pláticas que siempre teníamos los sábados en la noche.

- La Corte Suprema va a discutir lo del aborto en algún momento, eso se veía venir, seguro que van a tumbar lo de Roe Vs Wade y eso va a ser un completo desastre, vas a ver. Para eso fue que eligieron al sujeto ese como presidente, para que pusiera un montón de cavernarios en la Corte.

- ¿Y tú crees que van a prohibir el aborto?

- A lo mejor, o a lo mejor le tiran la pelota a los estados y entonces todo se va a volver una colcha de retazos, con unos que van a castigar hasta los abortos espontáneos y otros donde las cosas van a seguir mas o menos como hasta ahora.

- Te diré que yo soy pro vida y no me gusta eso de que las mujeres estén abortando. A mí me pasó uno espontáneo y eso fue horrible porque no quería perder ese embarazo y al final lo perdí, por eso no entiendo por qué una mujer va a querer terminar uno a propósito.

- Hay muchas razones. En cierta forma también soy algo pro vida, pero hay sus matices.

- ¿Como cuáles?

- Hay violaciones, estupro, incesto; relaciones donde la mujer es una víctima y no debiera pasar por la ignominia de tener que cargar con el fruto de un crimen. También están las malformaciones que hacen a los fetos inviables y hay que interrumpir la gestación; ahora, hay otros casos que no me caen bien.

- ¿Y cuáles son esos?

- Cuando la gente sale a hacer cositas los sábados en la noche, ninguno de los dos se cuida, el tipo lo hace a rin pela'o y entonces la jeva sale preñada, y la mejor forma de resolver la vaina es rompiendo la soga por lo mas delgado, jodiendo al que no tiene nada que ver con la irresponsabilidad de los dos que se pusieron a tirar.

- Entonces pensamos lo mismo, porque yo tampoco estoy de acuerdo con eso, pero los otros casos son los que deberían ser permitidos.

- Así es, pero tú como mujer sabes que al final ustedes van a hacer lo que les da la gana y se meten vainas, o buscan hacerse daño, o se van a centros clandestinos y muchas terminan muertas o estériles por culpa de la criminalización del aborto. Y si bien no estoy de acuerdo prefiero que a la hora del té se pierda un feto a que se pierda también la mujer, porque de una forma u otra si ella sigue viva y sana podrá volver a embarazarse y a lo mejor lleva esa o esas gestaciones a término.

- Entonces estamos mas o menos en la misma página, porque si bien soy pro vida prefiero el mal menor, que al menos la mujer no muera ni quede incapacitada.

- Además hay otro problema, con estos zelotes cristianos puede pasar cualquier cosa, pueden hasta considerar los abortos espontáneos como hechos punibles, y así algo como lo que te pasó en 1987 podría haberte llevado a la cárcel. Imagínate eso, además de los dolores y problemas en el cuerpo, el golpe emocional y mental, también te van a meter presa por quién sabe cuántos años.

- A mí eso me pegó mucho, al menos siempre estuviste a mi lado, con todo y que éramos unos muchachos, pero eso fue muy malo para mí, me deprimió mucho. Imagínate que no conforme con todo el sufrimiento me hubieran metido presa.

- Eso es lo que temo, por eso es que no me gusta tal cosa. Me acuerdo todo por lo que pasaste y claro que no te iba a dejar sola, y lo peor era que teníamos que disimular para evitar problemas con tus padres.

- Y siempre me pregunté qué habría pasado si el embarazo hubiese continuado.

- Pues a lo hecho pecho, yo iba a asumir mi responsabilidad contigo. No te iba a dejar sola ni guindando de la brocha, te quería mucho y no iba a hacer semejante maldad.

- Es que éramos muy ardientes, eso iba a pasar mas tarde o mas temprano.

- Por cierto, Oscar D'León sacó una canción sobre el aborto hace un montón de años, pero no para apoyar a las mujeres, lo mas cómico es que quien compuso la canción fue una mujer, que no hay peor cuña que la del mismo palo.


 - Yo la tengo en mi discoteca.

- Me lo habría supuesto, pero al final de lo que se trata es que ese sea el último recurso. Que los embarazos no son como en las culebras, que la mujer "se le entrega" al tipo, el propio eufemismo para no decir que se acostaron juntos, y con un solo polvito ya queda preñada.

- Es que salir embarazada no es tan fácil. A mí se me taparon las trompas luego del aborto.

- Sí, y como un mes después que te las destaparon hicimos a Graciela.

- Y por eso es que salió como salió, porque la hicimos con mucho amor.

- Eso es muy cierto, con todo y que nos la pasábamos peleando esos días, pero nos reconciliábamos en las noches para volver a pelear por la mañana, ese era el propio amor salvaje.

- Pasamos por muchas etapas, pero eso de las peleas y las reconciliaciones era de lo mas rico, a mí me encantaba.

- Entonces por eso te la pasabas peleando en esos tiempos.

- Porque tú no lo hacías, te ponías muy necio y estúpido.

- Nos poníamos. Ahora es que estamos mas sosegados, lo nuestro era muy pasional. Nos peleábamos y luego nos íbamos a dormir abrazados y dándonos besitos, y como la carne es débil...

- Bien débil que era, si no me hubiera puesto el dispositivo habríamos tenido varios hijos mas, pero para cuando me lo quité ya la bola se te había pasmado, eso fue por el accidente.

- No sé, a lo mejor, todo pasó sin aviso alguno. 

- Y nos quedamos con una sola.

- Ni modo, a mí me habría gustado tener un par de hijos, mejor dos hijas.

- ¿Y por qué?

- La crianza del varón es muy dura, tiene muchos caminos y solamente uno de ellos es el bueno, en cambio la de la hembra es mucho mas sencilla, no hay testosterona involucrada.

- Pero tu crianza no fue difícil porque tú eras un hijo modelo.

- Como dice la canción de Juanga, hasta que te conocí.

- Tampoco es para tanto, no te pases, que yo no fui así.

- Claro que no, es solo la coincidencia, pero fui hijo modelo hasta entonces, porque me enamoré y cuando un hombre se enamora se transfigura, por eso el viejo refrán acerca de que un pelo de ese lugar secreto en tu entrepierna arrastra mas que un tractor.

- 😂😂😂😂😂😂😂😂 ¡Eso sí es cierto!

- Hay una comedia griega, de la Grecia antigua, en los tiempos de la Guerra del Peloponeso, conocida como "Lisístrata" que trata de eso, una huelga de piernas cerradas de las mujeres en toda la Hélade para que los hombres dejaran de pelear, creo que el autor fue Aristófanes, no estoy seguro. Cuando los tipos vieron que de aquello nada y pasaban los días sin ver a Linda, pues no les quedaba otro remedio sino preparar un tratado de paz para así poder verle la cara a la luna otra vez.

- Yo creo que me acuerdo de esa comedia, formaba parte de las materias de bachillerato.

- También hacían representaciones teatrales de la Grecia antigua por el canal ocho, antes de la dictadura, pero creo que eran solo las tragedias: "Edipo Rey" y "Medea."

- Sí, yo las vi. Eran muy buenas.

- Eran otros tiempos.

- Y ya me dio sueño hablando de esto, ¿no te vienes al cuarto a dormir?

- Quiero ver una serie de Amazon.

- Bueno, la ves en el cuarto, sabes que a mí no me estorba la TV y mas bien me ayuda a dormir, así estamos juntos.

- Está bien, voy a ver la TV en el cuarto.

sábado, 27 de mayo de 2023

Nuestra historia de amor: capítulo 238: Gitty, la cocinera.

 

Cuando nos casamos ninguno de los dos era experto en cocina, aunque al final ambos aprendimos a hacerlo, pero ella prefería cocinar porque era mucho mas rápida que yo haciendo la comida.

El proceso de aprendizaje fue relativamente rápido porque ambos habíamos visto a nuestras madres cocinar y así combinamos sus platos y sazones; la cocina de Gitty fue evolucionando con el tiempo y así se convirtió en una experta. Los únicos componentes que se le hicieron complicados fueron las arepas y las salsas; de las primeras siempre se quejó porque no le quedaban en el punto exacto de cocción, mientras que las segundas raras veces quedaban con la consistencia correcta.

Pero a cambio de ese par de platos que se le hacían tan reacios, logró extraordinario éxito en muchos otros. Las sopas eran sus preferidas, les añadía una cantidad enorme de verduras y pasta, lo que lograba que con un plato de sopa, bien sea de carne, pollo o pescado, pudiera uno estar lleno casi todo el día. Los postres eran su especialidad; aprendió a hacer montones, desde quesillo hasta arroz con leche, pasando por toda clase de tortas (pasteles) y pies.

Siempre estaba en busca de recetas para inventar platos nuevos, y así dejó varias carpetas con recetarios de revistas y manuscritos de otras varias que aprendió con amistades y conocidos. Cuando preparaba un plato siguiendo la receta, no siempre seguía al pie de la letra las instrucciones, en ocasiones cambiaba algún ingrediente, forma de preparar o tiempo de preparación; de esa manera creaba una variación que resultaba muy interesante y a veces hasta realzaba el sabor del plato.

También inventaba experimentos, como cuando en julio de 2017 quiso hacer hallacas, a pesar de ser un plato navideño muy laborioso, por lo demás. Pusimos manos a la obra un fin de semana a mediados del mes y quedamos molidos por el esfuerzo hecho, aunque las hallacas y bollos quedaron muy sabrosos, hechos al estilo caraqueño.

Los fines de semana se inventaba recetas diversas que le quedaban muy bien. Desafortunadamente, a partir de 2019 tuvimos que sacar varios alimentos de nuestra dieta motivado a mis problemas gástricos y los de ella con el cáncer; entonces quedaron fuera los granos, el chocolate e ingredientes grasosos. Esto fue una lástima porque ella hacía un potaje de garbanzos tremendamente apetitoso y las lentejas con tropezones de tocineta le quedaban super sabrosas.

A cambio sustituimos estos platos y postres prohibidos con otros mas inocuos como pescado en todas sus formas y muchas sopas. Otro problema que se presentó estaba referido a ciertos productos del mar como los camarones; en casa no se comían porque yo desarrollé alergia a ellos durante mi adolescencia, alergia que le transmití a Graciela. Con el transcurso del tiempo mi alergia se fue difuminando hasta desaparecer por completo mientras al mismo tiempo Gitty empezaba a tener problemas para sintetizar la grasa; así que igualmente no se podían comer camarones porque si bien Graciela no vivía con nosotros ni yo era alérgico, Gitty era quien ahora no los digería de buena manera.

Otro detalle estaba en que a Gitty no le gustaba mucho comer fuera de la casa porque siempre prefería comer de su propia comida, la consideraba mucho mas sana y sabrosa que la de la calle, así que salíamos a restaurantes muy pocas veces, y solamente a los que le gustaban; era muy reacia a experimentar platos nuevos si no eran preparados por ella.

Y se mantuvo frente a los fogones casi que hasta el último día de su vida, porque siempre quiso comer de su comida sana y sabrosa. No hubo forma ni manera de separarla de tal idea tan arraigada dentro de ella, aunque justo es decirlo, tenía razón.


viernes, 26 de mayo de 2023

Nuestra historia de amor: Capítulo 237: La última navidad de Lucy.


 A Gitty le encantaban los chistes y canciones del humorista cubano Guillermo Álvarez Guedes, y siempre había querido tener la canción navideña de este genial artista. Al final me puse a buscarla en YouTube y logré encontrarla; cuando le pasé el link del video, ella procedió a distribuirlo a todas sus amistades y conocidos para desearles una muy feliz navidad.

También formó parte de la ingente masa de gente que le envió sus mejores deseos al ex presidente, a quien no nombro para evitar invocarlo.

Esa navidad también sería la última que Lucy pasaría con nosotros. Ninguno lo sabía, pero apenas le quedaban cuatro meses de vida; sin embargo igualmente le dimos sus regalos porque ella se había acostumbrado a recibirlos en esa época festiva, y cuidando su dieta le dimos las cenas de navidad y año nuevo.


También teníamos un nuevo invitado a nuestras celebraciones, el joven Jeff, así que nos pusimos a buscar regalos para él también. Como a Gitty siempre le gustó vestir a la gente, pues le compramos ropa.

De allí en resto seguimos nuestra rutina decembrina, hacer pan de jamón para  24 y 31, Gitty preparaba las cenas de ambos días junto con el postre, hicimos nuestros brindis, y vimos por televisión el espectáculo de fuegos artificiales en la Aguja, aunque este año fue por primera vez sin público. Claro está, celebramos las fiestas con música, las típicas gaitas zulianas y bailamos una canción que a Gitty le encantaba, la mas famosa del gran Joe Arroyo, "Rebelión."

Así nos preparamos para recibir el 2021, en espera de las vacunas contra el COVID-19 que Gitty necesitaba lo mas pronto posible para incrementar su inmunidad ante ese virus tan peligroso. También sería el año en que iniciaría los tratamientos experimentales contra el cáncer, a ver si resultaban efectivos.

Al final la esperanza es lo último que se pierde y a pesar de todos los inconvenientes teníamos mucha. Era cuestión de no rendirse y para eso estábamos juntos, debíamos seguir adelante hasta el final del camino. 

jueves, 25 de mayo de 2023

Nuestra historia de amor: Capítulo 236: La cena de acción de gracias de 2020.

 El año 2019 tuvimos una cena de Acción de gracias muy animada porque Graciela invitó a dos de sus amigas para que la compartieran con nosotros y la pasamos de lo mejor. Como Gitty y yo le teníamos mucho aprecio a Yvette y Venus, pues estuvimos muy agradecidos de que aceptaran nuestra invitación.

El año 2020 fue el de la pandemia y no se pudo celebrar ese día de la manera como estábamos acostumbrados, especialmente porque ahora Graciela iba a traer un invitado especial, el muchacho que era, como se acostumbraba a decir en Venezuela, su conquista.

Gitty estaba de lo mas emocionada con la visita y quería darle muy buena impresión, pero había un problema, a pesar del frío de la época no había otro remedio sino estar con las ventanas abiertas de par en par para que el aire circulase libremente y debíamos comer lo mas alejados posible, puesto que nosotros dos no teníamos contacto con otras personas mas allá de los compañeros de trabajo y los pasajeros del autobús, en el caso de Gitty.

Finalmente, coordinamos con Graciela que ellos llevarían una mesa plegable que se pondría en el balcón, donde comerían. mientras nosotros usaríamos un par de mesitas pequeñas para hacerlo en la sala; Lucy comería su poquito de pavo donde siempre lo hacía y todos tendríamos que estar bien abrigados, ni modo.

Llegó el gran día y alrededor de las siete de la noche llegaron los muchachos. Graciela nos presentó a Jeffrey, que de ahora en adelante sería conocido como Jeff, y nos dijo quién era y que hacía. Graduado de UW como Ingeniero Electricista experto en sistemas electrónicos aeroespaciales y empleado de Boeing en el equipo a cargo del diseño de la aviónica de los aparatos comerciales. Obviamente eso quería decir que el joven era experto en matemáticas y cálculo.

También es de ascendencia vietnamita, su familia llegó a EEUU como exiliada política luego de la guerra; sus padres se habían casado aquí y formaron a todos sus hijos para que fueran profesionales universitarios. Con toda esta información era mas que suficiente para que Jeff cubriera todas las expectativas de Gitty, que deseaba que su bebé encontrara un hombre trabajador, inteligente, estudioso, sano y de buena familia. En cuanto a mí, lo único que me importaba era que el muchacho no fuera un malandro, y desde luego que Jeff estaba muy por encima de tal cosa.

Luego de las presentaciones de rigor y pasadas las formalidades de la cena, Gitty sacó a relucir su lado travieso y se dedicó a fastidiar al pobre Jeff; como vio que no terminaba de comerse su ración de pavo, fue a la cocina, buscó un cucharón de madera y le dio una nalgada con él, para horror y espanto de Graciela, mientras le decía:

- Si no comes te voy a dar "pao pao."

Luego puso música festiva para que bailáramos, y como Jeff había hecho varios viajes a latinoamérica, especialmente a Colombia, conocía bastante de la música caribeña, así que nos pusimos a bailar salsa, y si no me equivoco, la primera canción que puso Gitty fue esta:

Con todo y el frío que pasamos por tener todas las ventanas y el balcón abierto, pasamos la noche de lo mejor, mientras Gitty se ponía a enseñarle a Jeff palabras negras en español, lo que escandalizaba a Graciela.

Al final de la velada, luego de que se habían ido, le pregunté a Gitty qué tal le había parecido Jeff.

- Se ve un muy buen muchacho, muy respetuoso y decente ¿y a ti?

- Me gusta, no es un malandro y para mí de ahí en adelante todo es ganancia.

- Tus expectativas no son muy altas.

- No es eso, es que al final las mujeres son las que deciden con quien se van a quedar y lo mejor es apoyarlas en su decisión a menos que sea algo absolutamente impresentable.

- Y Jeff no lo es.

- Claro que no, se ve que es un muy buen partido. Lo único que me preocupa es que le tenga paciencia a nuestra hija, porque tú sabes como es el personaje.

- ¡Ay, que Graciela no vaya a cagarla! Se ve que es muy buen muchacho, que no lo vaya a volver loco, que ella es experta en volver loca a la gente.

- Bueno, espero que esa vaina no vaya a pasar, sería una verdadera cagada. Hay que tratarlo bien para que no se vaya.

- Eso es lo que voy a hacer, lo voy a tratar bien para que no se asuste con la Graciela.

Y Gitty, que siempre fue muy cariñosa, pues le cogió aprecio de inmediato, lo veía como el  yerno ideal.


 

miércoles, 24 de mayo de 2023

Nuestra historia de amor: Capítulo 235: Cuidados paliativos.

 


En la consulta de octubre, la doctora le programó a Gitty una cita con la oficina de cuidados paliativos, fue programada para el jueves 12 de noviembre a las dos de la tarde.

Durante los años 2013 al 2015, HBO transmitió la serie Getting On, que trataba acerca de las peripecias por las que pasaba un grupo de personas que trabajaban en una clínica especializada en cuidados paliativos anexa a un hospital en algún lugar de California; esta serie, a su vez, era una adaptación al mercado estadounidense de la original, que era británica. Conociendo a los británicos, lo mas seguro es que en esta adaptación se suavizó el humor negro de la original, porque fue creada como una sátira.

Getting On me introdujo al mundo de los cuidados paliativos, que son básicamente los que se le dan a una persona cuando la enfermedad que padece hace un giro hacia lo peor y no quedan esperanzas ni de curación ni de sobrevivencia, sino que se busca mejorar la calidad de vida de ese paciente hasta que se acaben todas las alternativas viables. 

Cuando la doctora nombró aquella frase en el consultorio tuve que hacer esfuerzos sobrehumanos para mantener mi cara de póquer, porque sabía, sin importar como se adornara la historia, que estábamos ingresando a territorio desconocido y que al fallar la Keytruda se habían terminado las armas para intentar una curación o alargar la expectativa de vida por tiempo indefinido.

Gitty fue a la consulta con la persona a cargo de cuidados paliativos y el encuentro no fue nada bueno. Como estaba trabajando no pude acompañarla, pero ella me llamó al salir del Seattle Cancer Care Alliance (ahora Fred Hutchinson Cancer Center) y me comentó lo que había pasado.

- ¿Cómo te fue?

- Muy mal, me recibió una mujer vestida de negro que parecía un cuervo y me dijo que estaba ahí porque tenía que ser consciente que las medicinas llegarían a un momento que no me iban a funcionar mas y entonces me iba a morir, que eso podía pasar y que debía prepararme para eso.

- ¿Y te dijo toda esa vaina así sin anestesia?

- Sí, no me dijo nada de esperanzas ni nada, solo que eso era lo que iba a pasar.

- ¿Y qué le dijiste?

- Bueno, a través de la intérprete le dije que yo confiaba en la ciencia, que tenía esperanzas y que sabía que eso podía pasar, pero que no me iba a rendir y que si eso era todo entonces me podía ir.

- ¿Y qué hiciste?

- Bueno, le di las buenas tardes y me fui, ahora me siento muy mal. No esperaba ese trato ni que me dijera esas cosas tan crudas.

- Claro que no. Quédate tranquila, vamos a hablar con calma cuando llegue al apartamento. Tómate algo para que te relajes, échate un baño con agua tibia y te acuestas. Luego hablamos con calma.

- Sí, eso es lo que voy a hacer.

La verdad no me pude concentrar mucho en el trabajo ese día porque ya había armado todas las piezas del rompecabezas y el resultado era espantoso, y lo peor era que no se lo podía mostrar a nadie, tenía que quedarme callado porque en ese rompecabezas la imagen que se veía era la de la muerte. Esa mujer le había leído el futuro a Gitty y estaba muy clara en lo que iba a pasar, pero no supo tratar a la paciente, porque así no se hacen las cosas.

Esa noche, llegué al apartamento, pero antes, mientras estaba en la vía, me llamó Graciela para comentarme que había conversado con su mamá y para nada le cayó bien lo que escuchó. Le expliqué que si bien ese podía ser un escenario, no era el único, y que al decirle las cosas de una manera tan brusca había metido la pata porque obviamente Gitty no iba a querer saber nada de eso de cuidados paliativos. Y así fue, no volvió a contactar a esa oficina hasta mediados de 2022.

En el apartamento, esa noche, conversamos largamente acerca de lo que pasó en la tarde y busqué relajarla un poco, explicándole que muy posiblemente quien la atendió no estaba en su mejor día y decidió descargarse con la mas pendeja.

- Siempre hay esperanzas, y las habrá hasta que digan que ya no existen. No puedes darte por vencida y hay que seguir peleando. Al final todos nos vamos a morir porque nadie sale vivo de este planeta, pero las cosas no se dicen así.

- No, y esa mujer no me va a tumbar mis esperanzas. ES-PE-RAN-ZA, eso es lo que me dice la enfermera que me comenta lo que le pasó a su esposo, 20 años con cáncer hasta que al fin se le fue.

- Así es que hay que pensar, no te puedes dejar llevar por pensamientos derrotistas, hay que echar para adelante. Por ahora deja lo de cuidados paliativos así, si te van a hacer mas mal que bien no vale la pena que los visites, o al menos espera hasta que te sientas mejor.

- No, no voy a visitar a esos coños mas, para la próxima si voy me van a tomar las medidas de la urna, que esa tipa se vaya bien largo al carajo.

Conversamos un rato mas, luego la abracé hasta que se quedó dormida y salí a la sala. Me senté en el sofá y me quedé no sé cuánto tiempo sentado allí con la cabeza entre las manos, porque era la primera vez que estuve consciente de que muy posiblemente a Gitty le quedaba poco tiempo de vida y no sabia que hacer, pero no podía dejarme llevar por la desesperación.

Al día siguiente compartimos algunos mensajes de texto que al menos mostraban que ella había subido su ánimo luego de la desafortunada cita del día anterior.

Ese día, el jueves 12 de noviembre de 2020, se inició la cuenta regresiva para Gitty; fue el primer día del resto de su vida. Faltaban muchas cosas por hacer y desgraciadamente unas cuantas de ellas no se pudieron completar, pero ese fue el día en que mis esperanzas se desvanecieron. 

El día en que me di cuenta que la iba a perder y no podía hacer nada para evitarlo.

martes, 23 de mayo de 2023

Nuestra historia de amor: Capítulo 234: Regresa el cáncer.

 La doctora Swisher nos había advertido que aun con la Keytruda podía volver el cáncer si se presentaban mutaciones en las células malignas, pero que en caso de que se presentara esa contingencia todavía existían alternativas.

Y ese momento llegó en octubre, cuando se hizo la tomografía fueron encontradas nuevas lesiones cancerígenas. Pero en este caso había una diferencia muy desagradable, mientras en las anteriores recaídas los tumores estaban localizados en ganglios linfáticos y hasta una vez el bazo estuvo comprometido, ahora se observaron en tres órganos vitales; el pulmón derecho, la glándula suprarrenal derecha y el hígado.

Lo único positivo dentro de todo lo malo era que las masas eran bastante pequeñas y no parecía que tuviesen apuro en crecer. Para cuando le tocó a Gitty consulta con la doctora, se detuvo el tratamiento de inmunoterapia porque no estaba siendo efectivo, así que no tenía sentido alguno seguir recibiendo esas dosis.

Debido a que fueron aproximadamente 27 meses en los que Gitty estuvo recibiendo esa medicina, su tiempo de lavado, es decir, el tiempo que su cuerpo necesitaría para deshacerse de los componentes de la Keytruda, lo estableció la doctora en ocho semanas, lo que coincidía con el inicio del año 2021. Luego, en enero, ingresaría a un estudio de investigación en el centro Fred Hutchinson para recibir una medicina experimental que se estaba probando para ciertos tipos de cáncer como el que ella tenía.

Como había esperanzas entre los estudios de investigación y que todavía había al menos dos tratamientos disponibles en el mercado, Gitty no se preocupó en exceso, como me dijo al salir del consultorio esa mañana:

- Este cáncer es así, muy traicionero, pero tengo esperanzas y todo va a ir bien.

Le respondí:

- Claro que sí, lo que hay que hacer es darle duro, no dejarlo descansar, porque la única ventaja que tienes es que ese cáncer es de crecimiento lento y siempre se le pueden seguir los pasos.

-  Así que ese cáncer no me va a joder mis navidades, vamos a pasarla bien y a divertirnos, que la vida es una sola.

- Bueno, uno no sabe qué es lo que va a pasar cuando pasa el páramo en escarpines, así que hay que gozar la vida mientras dure, como dice la canción del Gran Combo.

- Voy a tener esperanza.

- Y estoy contigo en eso, vas a vivir una vida larga, ese cáncer tiene que irse, vamos a ver que pasa con los estudios esos de investigación, a lo mejor la pegan.

Para ese momento ya habíamos llegado al carro, nos montamos y fuimos a casa. Ese día ella no trabajaba, así que la dejé y me fui a laborar. A pesar de la mala noticia estábamos esperanzados, todavía existían alternativas. 

Muy lejos estábamos de pensar que le quedaban menos de 24 meses de vida.
 

lunes, 22 de mayo de 2023

Nuestra historia de amor: Capítulo 233: ¿Y qué es de la vida de Graciela?


 La habíamos dejado codeándose con el fiscal general del estado (ahora candidato a gobernador) y el propio gobernador. Durante el tiempo transcurrido a partir de entonces había tenido un montón de empleos, cosa muy natural en todo recién graduado que busca el que mejor se adapte a su perfil profesional. Había trabajado para un bufete de abogadas de inmigración, dos sindicatos diferentes, varias campañas políticas y su último cargo antes de la pandemia había sido con la campaña presidencial de Elizabeth Warren, donde formaba parte del equipo coordinador en el estado de Washington.

Al paralizarse todo por motivo del COVID-19, las campañas de los partidos también se frenaron y pasaron a ser casi que underground, así que la bebé de Gitty se quedó sin empleo, mas no por mucho tiempo, porque gracias a sus contactos políticos encontró otro en el equipo de una estrella en ascenso que acababa de ser electo concejal del Condado King, Girmay Zahilay.

Ingresó como coordinadora de relaciones comunitarias en plena cuarentena, cuando todo estaba cerrado a cal y canto, y ese fue el empleo que se adaptó a su forma de trabajar. Luego de pagar su noviciado con la jefe de gabinete, todo empezó a discurrir plácidamente y continúa así hasta ahora; ella tiene la mística de trabajo de su madre y esa es la mejor virtud que puede tener un trabajador, especialmente en el área profesional y técnica.

También estaba haciendo un curso de formación de cuadros y activismo político en el partido Demócrata del estado, ya que se le considera alguien que puede tener mucho futuro, si bien ella prefiere no meterse en cargos de elección popular, es mejor estar tras bambalinas mientras se oye crecer la hierba.

Y entre el nuevo empleo y el curso, pues conoció a un muchacho. Gitty se la pasaba preocupada diciendo que debíamos haber tenido mas hijos, porque depender de una sola para que dejara descendencia era algo muy riesgoso; a lo que yo le respondía que si al final se decidía, pues a lo mejor ella tendría los hijos que nos faltaban a nosotros, con lo que Gitty al final se consolaba con esta frase:

- Un hijo hace un pueblo.

Graciela había tenido muchos pretendientes, desde un suboficial de la armada hasta un agente de la policía del estado, pero nada serio se había iniciado, para angustia de su pobre madre.

- Esa hija de nosotros se va a quedar para vestir santos.

- La cosa no es como antes, ahora la gente se casa a los 50 años y tienen nietos sin pasar por los hijos; así que no te preocupes, en algún momento encontrará a alguien, aunque me da mucha pena por el desventurado, porque con ese carácter que ella se gasta.

- Graciela es mas amarga que la 💩.

- Bueno, tampoco así, que tú tampoco eras fácil.

- Sí, pero yo era muy dulce contigo, y no me digas que no.

- Eras muy dulce, pero había días que no se te podía ni ver, a veces yo iba a tu casa y me pasabas al frente y de vaina me decías hola.

- Pero eso no era todo el tiempo, siempre te hacía cariño.

- Pero otras veces no podía ni acercarme a ti, y así sigue siendo hasta el sol de hoy, que a veces te voy a abrazar y me dices: ¡no me toques!, y brinco pa'trás como pica'o 'e culebra.

- Eso no es para tanto.

- Y Graciela tiene la mezcla tuya y de mi mamá, que el único gesto de cariño que tuvo hacia mi papá fue cuando de vaina no le abrió la cabeza por la mitad con unos zapatos de tacón alto.

- Tu mamá era muy jodida.

- Entonces la Graciela con esa mezcla es peor que una tigra.  

- No queda sino esperar a ver si algún día se enamora de verdad.

Y así parece que fue, porque empezó a comentarnos del muchacho y se veía bastante interesada. Mientras tanto le recordábamos que debía seguir estudiando a ver si por fin entraba a la escuela de derecho o hacía algún otro tipo de postgrado, porque no podía quedarse con la licenciatura, que nosotros ya a los dos años de graduados estábamos sacando maestrías, y si no seguimos hasta los PhD fue porque nos tuvimos que ir de Venezuela.

Sin embargo, lo cierto del caso es que para el otoño de 2020 ya Graciela estaba iniciando una relación amorosa, como quiera que sea, y seguía deshojando la margarita de los estudios de quinto nivel.

domingo, 21 de mayo de 2023

Nuestra historia de amor: Capítulo 232: Los Boy Scouts.

 


Uno de los sábados de 2020, apenas iniciada la cuarentena, Gitty me preguntó, cuando me senté en el sofá con las dos Budweiser, luego de encender la radio.

- ¿Te enteraste de lo de los Boy Scouts?

- ¿Que se declararon en bancarrota?

- Eso mismo, por el caso de los niños que fueron víctimas de abuso sexual dentro de la organización, que cosa tan horrible, esos muchachos que fueron así de maltratados.

- Esa vaina es noticia vieja, lo que pasa es que antes se hacían de la vista gorda, o como decía mi tía, "se ponían lentes de cuero 'e cochino con los pelos pa' dentro."

- ¿Eso tenía mucho tiempo? ¿y cómo tú sabes de eso?

- Bueno, te voy a contar una anécdota de cuando estudiaba en el Fray Luis, eso era cuando estudiaba quinto grado, si mal no recuerdo.

- ¿Y qué fue lo que pasó?

- Fueron unos representantes de los Boy Scouts al colegio, estuvieron explicando de lo que se trataba la organización, yo mas o menos sabía un poco de eso porque había leído sobre su historia; nos dieron folletos y la verdad que me interesó bastante la cosa, la aventura, el contacto con la naturaleza, tú sabes, toda esa vaina.

- ¿Y entonces?

- Cuando mi papá me fue a buscar, al montarme en el carro le dije lo de los Boy Scouts y le enseñé los folletos promocionales, el me lanzó una mirada extraña y me dijo que le dijera a mi mamá a ver qué le parecía la cosa. Creo que él sabía por donde iban a ir los tiros, pero yo chamo y entusiasmado con la vaina, pues ni idea.

- ¿Y cuándo llegaste al apartamento qué pasó? 😀😀😀😀😀

- Entro de lo mas entusiasmado, mi mamá estaba cocinando, me voy directo a la cocina y le digo algo así como: "mamá, los Boy Scouts fueron al colegio hoy y nos dieron todo esto, se ve bien interesante."

- 😁😁😁😁😁😁 ¿Y entonces?😁😁😁😁😁😁😁😁😁😁

- Ni se volteó a mirarme, seguía ocupada en la cocina y lo único que me dijo fue, y la cito textualmente, porque esa vaina no se me olvidó mas nunca: "Ahí se cogen a los muchachos."

- 😂😂😂😂😂😂😂😂😂😂

- ¿Y de qué te ríes?, esa vaina es muy seria.

-

- Pero bueno, te vas a mear encima, si ya no lo hiciste, tienes la cara colorada de tanto reírte.


La verdad era que no podía ni hablar, se estuvo riendo de lo que le dije como por 10 minutos, por un momento pensé que le iba a dar un ataque de risa o un infarto de tanto que se reía, de hecho estaba llorando de la risa, necesitó otros 10 minutos para recomponerse.

 - ¡Ay, no puedo, no puedo!😂😂😂😂😂😂😂😂. Yo sabía que tu mamá salía con disparates, pero ese no lo vi venir.

- Bueno, eso es para que veas que si me dijeron que eso pasaba hace casi 50 años atrás, te puedes imaginar lo vieja que era esa noticia.

- ¿Y qué pasó después?😁😁😁😁😁😁😁😁

- ¿Y qué mas va a pasar? Nada, luego de esa frase tan lapidaria se acabó el tema, me salí de la cocina y mas nunca volví a hablar de eso.

- ¡Ay, pobrecito mi negro! ¡Su mamá no quería que se lo fueran a coger! - y me besó mientras me pasaba la mano por la cabeza y seguía riéndose.

- Por mí, que agarren presos a toda esa cuerda de coños de madres, que boten la llave y que le saquen hasta el aire de los bolsillos a los Boy Scouts, lo malo es que muchos de los depredadores no van a pagar y muchas víctimas no van a ser compensadas.

- No pudimos escoger mejor la música, porque es de la emisora de noticias, con todo y que el tema es fuerte. ¿Y qué crees que va a pasar con los curas sádicos? ¿supiste de alguno en el Fray Luis?

- Tuvimos suerte, nunca se presentó ese problema mientras estudiaba allí, lo único cercano a un escándalo fue el caso de un cura y una maestra que se enamoraron y el tipo colgó los hábitos para casarse con ella.

- ¿En serio?

- Sí, el cura era español, casi todos ellos eran de allá, siempre estaba vestido de seglar, sin clergyman ni hábitos, usaba barba, estaba a cargo de los deportes y era uno de los prefectos. El tipo tenía su pinta y la otra era joven y estaba bien buena, así que si los dos estaban buenos era cuestión de tiempo que él arremangara los hábitos y luego tuviera que ahorcarlos.

- ¿Y cómo supiste todo eso?

- Porque mi mamá me lo contó, luego que dejé de ver al cura y le pregunté a ver si sabía de su paradero; y como a ella no le gustaba el chisme pero la entretenía, pues me echó el cuento.

- Ese curita era bien travieso entonces.

- Coño, es que esa vaina es antinatural. Un hombre es un hombre, eso del celibato es un disparate, igual que lo de las monjas. Eso no se sostiene por su propio peso. Si en tiempos de los romanos las vírgenes vestales no lo eran porque hacían negocio con su virginidad a sabiendas de que si las descubrían serían condenadas a muerte, que va a quedar para los demás.

- ¿Entonces tú crees que las monjas tampoco se pueden aguantar?

- Aquí te voy con dos anécdotas de monjas que mi mamá gustaba de contar. Ambas son de cuando ella trabajaba en el hospital Vargas; la primera es acerca de unos fantasmas o espantos que salían después de medianoche en el hospital. La gente, que es bien supersticiosa, le cogió miedo a asomarse a los jardines y patios por lo de las apariciones sobrenaturales, que como cosa rara pululaban especialmente en las cercanías del convento que colindaba con la parte trasera del hospital. Luego se descubrió que eran los médicos que se tapaban con sábanas en sus horas de descanso para así pasar al convento sin ser detectados y darle gusto al cuerpo con las monjas.

- ¡Coooooññññññoooooo! ¿y la otra anécdota?

- Esa fue de una madre superiora del mismo convento, antes de que lo mudaran porque la putería era como mucha.

- ¿Y qué pasó con la madre superiora?

- Mi mamá contaba que la tipa era española, alta, pelirroja y de ojos verdes, que se veía muy elegante, con todo y el hábito. En esos tiempos mi mamá iba mucho a night clubs y ballrooms y contaba que muchas veces cuando iba a esos sitios se fijaba en una mujer muy bella, pelirroja y de ojos verdes, que casi siempre iba vestida de rojo y los hombres se quedaban hipnotizados ante semejante mujerón.

- ¿Y cómo se enteró que era la monja?

- Porque se armó tremendo peo cuando la descubrieron, resulta que se daba sus escapadas los fines de semana para irse de rumba y la descubrieron cuando se enamoró de un tipo de la alta sociedad caraqueña. El escándalo fue tamaño familiar y la tipa renunció a los hábitos; aparentemente se casó con el tipo, según contaba mi mamá.

- O sea, que las monjas también.

- Es que no puedes obligar a un montón de gente a que no use lo que supuestamente Dios les dio. Si no, entonces habríamos nacido sin órganos sexuales y nos reproduciríamos como los microorganismos, dividiéndonos. Lo malo son los curas que corrompen carajitos, que también es vaina vieja, que ahí están los pajes de los tiempos antiguos para demostrarlo.

- ¿Cómo es eso?

- Los pajes en las edades media y moderna eran básicamente esclavos sexuales de los curas, especialmente de los de alta jerarquía, como los obispos y cardenales. Eran muchachos que pasaban a sus servicios y los complacían. Por eso no me extraña lo de la pedofilia.

- Que cosa tan horrible.

- Sí, los niños y adolescentes han sido pasto de la perversión adulta a lo largo de la historia. Es el lado oscuro de la condición humana, la perversión de mucha gente.

- Mejor hablar de otras cosas, que eso me deprime, pensar en tantos niños víctimas de abuso.

- Sí, es mejor pensar que en algún momento habrá justicia para todos ellos.

- ¿Qué tal si nos vamos a ver una película ligera?

- Bueno, tenemos bastante de donde escoger: Amazon, Disney, Netflix, HBO, Directv. Tenemos mas aplicaciones que tiempo para ver lo que está alli, hasta en YouTube hay películas; algo tenemos que encontrar.

- No hay mucho que arreglar porque estuvimos tomando cervezas al pico y los pasapalos directo de las bolsas.

-Pues sí, vamos al cuarto a ver que vemos.


Nuestra historia de amor: Capítulo 231: Gitty, la pepeneadora.


 La mayor queja de muchos hombres al iniciar una relación amorosa con una mujer está vinculada directamente al uso que ella hace del dinero y de allí empiezan a decir que gasta mucho, que se da muchos lujos; y hasta algunas dicen que "son caras" o de "elevado mantenimiento".

Este no fue el caso de Gitty, a decir verdad era exactamente lo contrario. Nunca fue mujer de lujos y solamente se llegó a comprar dos o tres vestidos de alta costura; prefería ir a un lugar de precios solidarios que gastar dinero en sitios mas refinados y era increíblemente ahorrativa. Desde que nos casamos llegamos a un arreglo económico en el que yo cubriría la mayor parte del presupuesto familiar mientras que lo que ella ganaba servía para cubrir los huecos que no alcanzaba a tapar con mi salario; de esa manera podía ahorrar gran parte de sus ingresos y quedaba a cargo de las inversiones familiares. Como le decía a veces: "abro un hueco para tapar otro."

Gracias a ese arreglo, pudo comprar una casa a los seis años de habernos ido a vivir juntos, y pagarla por completo a los ocho. También logró construir el capital necesario para emigrar y sobrevivir el tiempo necesario mientras nos estabilizábamos.

Pero eso no era lo único que hacía, si veía en la zona del basurero algo que podía ser rescatado, pues lo rescataba; o si alguien iba a botar algo que ella podía arreglar, pues lo arreglaba.

Una tarde ella me mandó esta foto por mensaje de texto.

La llamé y le pregunté que qué eran esas sartenes.

- Alguien las botó y las puso en la cerca del basurero.

- ¿Y tú recogiste esa vaina? ¿Acaso no tenemos bastantes sartenes?

- No importa, porque siempre se pegan.

- ¿Y cómo sabes que esas no se van a pegar?

- Voy a hacer la prueba.

- Pero esas bichas deben de estar llenas de toda verga, hasta microorganismos extraterrestres.

- Las rocié de cloro, lo dejé reposar por media hora, luego las lavé con cloro y jabón, les eché bar keeper para sacarles las manchas y luego las volví a lavar con jabón y agua caliente.

- ¿Y para qué las vas a usar?

- Para lo que sea.

- Bueno, está bien.

Y así fue, les dio mucho uso y resulta que tenían bastante vida útil por delante.

Otra vez me pasó esta foto, de hecho fue antes de que se le diagnosticara el cáncer.

Cuando llegué al apartamento le pregunté que de qué iba esa olla de presión.

- La que estaba a cargo de cocinar dejó quemar una comida en esa olla y le dijeron que la botara porque igual estaba muy vieja, yo le dije que me la diera, que la podía salvar.

- ¿Y entonces?

- Me la traje, le eché agua y jabón, puse a hervir eso, se le despegó bastante de lo quemado, agarré una esponja de brillo y otra metálica, porque dejé esa agua caliente bastante tiempo, la restregué con las dos esponjas, le eché bar keeper y la volví a restregar con la esponja metálica. Luego la lavé normal con jabón y mira como quedó.

- Pues se ve como nueva.

- Sí, ahora tenemos olla de presión, chiquita pero rendidora.

- Bueno, está bien.

De hecho la usaba, pero resulta que el pitido de la olla asustaba a Lucy y dejó de utilizarla porque no le gustaba que el animalito se pusiese inquieto, la reactivó luego de su fallecimiento.

Los fines de semana y feriados acostumbrábamos a pasear a Lucy por los jardines y el estacionamiento del edificio de oficinas que está al otro lado de la avenida. Siempre lo hacía yo, pero por alguna razón, ese sábado del 2020 Gitty fue la que se llevó a Lucy y me envía esta foto:

La llamé y le pregunté:

- ¿Y ese mueble?

- Lo botaron de una de las oficinas y lo dejaron ahí para que alguien se lo lleve, o al menos eso es lo que dice el papel,"free."

- ¿Quieres que lo vaya a buscar?

- Sí, pero tienes que traer el carro, porque es bien pesado y no lo vas a poder llevar cargado al apartamento.

- Entonces voy para allá.

Recogí unos trapos para ponerlos en el techo del carro con la finalidad de evitar rayones y fui a las oficinas.

Se hizo un poco difícil el proceso, pero pude montar el mueble en el techo, amarrarlo y llevarlo al edificio, luego tuve que subirlo por las escaleras, cosa algo complicada por el peso de semejante pieza que es de casi dos metros de altura, pero al final logré meterlo al apartamento y Gitty se puso a limpiarlo casi de inmediato. Luego lo convirtió en biblioteca y pudimos poner allí algunos de los libros que tenemos.

De la misma forma, siempre estaba pendiente de eventos gratis, bancos de comida y banquetes regalados. Así fuimos a unas cuantas reuniones gratis, como cuando cambiaron a la empresa recolectora de basura en la ciudad y para celebrar el acontecimiento esa compañía preparó un evento en el centro comunitario de Tukwila donde hubo parrilla gratis para todo el que fuera.

Asimismo, se enteró, gracias a su amiga, la señora Isabel, que una iglesia protestante en Issaquah reparte pavos con todo y relleno para el día de Acción de gracias, como se ve en el papel que inicia el capítulo y gracias a esa repartición nunca tuvimos que comprar pavo porque ella tenía el suyo gratis.

Eso de buscar cosas recuperables en la basura nos dio nuestro primer árbol de navidad, que fue uno que alguien había desechado y lo dejó a un lado del contenedor. Cuando Gitty lo vio dijo:

- ¡Este mismo es!

Y ese fue nuestro arbolito hasta que compré uno nuevo.

Como no me canso de repetir, Gitty era una mujer de múltiples recursos y nunca se le murió el gallo en la mano. Una de las muchas razones por las que fue tan extraordinaria. 



 
 

viernes, 19 de mayo de 2023

Nuestra historia de amor: Capítulo 230: El verano de 2020.

 Para el mes de junio las restricciones debido a la pandemia habían disminuido un poco, pero igual había que mantener todas las precauciones posibles porque no existía tratamiento médico ni vacuna para prevenir la infección; además, Gitty, al ser paciente de cáncer, estaba en el grupo de personas de alto riesgo para quienes era sumamente peligroso el contraer COVID-19 porque su índice de mortalidad era muy elevado.

En ese entonces los hospitales habían llegado a un nivel de ocupación que les permitía reiniciar procedimientos electivos y así tuve que ir a Harborview a mediados de ese mes con la finalidad de hacerme los exámenes gástricos que tenía pendientes, la endoscopia del tracto superior y la colonoscopia.

Me hicieron los procedimientos y Gitty fue mi acompañante porque no podía asistir sin otra persona, si no tenía quien me acompañara cancelarían la cita. Por suerte no hubo mayores novedades mas allá de pasar toda la noche previa a los exámenes metido en el baño debido a los efectos del purgante que le dan a los pacientes para que el colon quede completamente limpio y así se pueda introducir el tubo sin problemas para ver todo lo que tiene que ser visto sin desperdicios que obstaculicen la cámara.

Al final me diagnosticaron esofagitis, reflujo gastroesofágico, acidez estomacal, síndrome del intestino irritable y hemorroides. Nada del otro mundo. 

Ese verano Gitty seguía sin cáncer, pero no podíamos salir a ningún lugar por el problema de la pandemia, así que lo que hicimos fue salir a pasear a parques y lugares abiertos como la costa del océano Pacífico en Ocean Shores.

Aquí Lucy logró el récord de meter sus paticas en dos océanos diferentes, el Atlántico y el Pacífico.

Luego de ir a Ocean Shores, un compañero de trabajo me comentó que en el Monte Si, una montaña cercana al pueblo de North Bend, había alces, y que al final de las tardes bajaban a una explanada cercana al pie del cerro a buscar hierba para comer y la gente les tomaba fotos a la distancia. Se lo comenté a Gitty y ella quiso ir, así que fuimos un sábado a ver que veíamos y no encontramos nada porque parece que los alces no quisieron bajar, pero no perdimos el tiempo y nos tomamos un montón de fotos en el lugar con la montaña de fondo.


Esas fueron nuestras únicas salidas a pasear durante el verano de 2020, Gitty no quería correr riesgos y yo tampoco, había que evitar a toda costa que ella se contagiara de ese virus tan peligroso. Lo que mas hicimos durante los fines de semana del 2020 fue hacer nuestras fiestecitas privadas porque sabíamos que el riesgo que corríamos era nulo. Además, todavía el cáncer estaba desaparecido en acción. 

Nuestra historia de amor: El peaje emocional de escribir esta historia.

 Cuando leo una biografía, al acercarme al final del libro me voy poniendo triste; eso siempre me ha sucedido, desde mi infancia. Tal cosa se debe a que sé que me aproximo al final de la vida de la persona que protagoniza el libro y no puedo evitar tal sentimiento.

En esta historia, que es la biografía del amor que una mujer fuera de serie sintió por mí, me voy acercando inexorablemente a su final; han transcurrido 35 años y de aquella jovencita  bella y pizpireta hemos pasado a una mujer madura, madre y esposa, que está enfrascada en una pelea contra el cáncer que finalmente perdería, pero no sin antes demostrar su temple y voluntad de vivir.

Este relato me hace pagar un peaje tanto emocional como sentimental, y hay capítulos que no puedo abordar de inmediato o una vez que los escribo quedo exhausto mentalmente y necesito al menos un día para recuperarme. Como vivo solo, trato de despejar la mente saliendo a mirar el cielo nocturno y tomando fotografías de los objetos celestes; apenas soy un principiante y me falta mucho camino por andar, pero al menos he tomado algunas gráficas en bruto que necesitan ser procesadas, algo que debo aprender a hacer, y ese aprendizaje me ayudará a distraer la mente de todo lo que voy a escribir en los próximos capítulos de esta historia, que se irá haciendo mucho mas dura a medida que transcurran sus dos últimos años, desde septiembre de 2020 hasta septiembre de 2022.

En todo caso, aquí dejo los primeros borradores de las fotografías que he estado tomando en un pequeño campo que hay en el conjunto residencial donde vivo. Cuando tenga las fotografías procesadas las pondré también para que se vea la diferencia entre el material en bruto y el ya mejorado.

Este es un sistema binario de dos estrellas que parecen ser una gigante roja y otra azul, pero eso lo sabré después de completar el procesamiento, además de ubicar la constelación en la que están.

Aquí está la estrella Arturo.

Hacia la esquina inferior derecha se encuentra una galaxia que no he identificado aun.

En esta foto, abajo hacia la derecha, está una galaxia que apenas puede verse.

Aquí se puede ver la galaxia Remolino con otra de menor tamaño que la acompaña.

En las siguientes dos fotos está el gran cluster de Hércules.

En esta última foto hay otra galaxia en el centro, que es la del Sombrero, pero debo repetir el proceso porque no se ve de manera correcta.

Así busco lidiar con el desgaste emocional que me representa saber que estoy ingresando a la última etapa de mi vida con Gitty; habrá algunos días en los que no pueda escribir, si bien estos hiatos no serán de mas de una jornada, pero creo que mis fieles lectores se merecen una explicación acerca del por qué de estas interrupciones.

Y les agradezco profundamente que me estén acompañando en este viaje, porque así me siento menos solo. Muchas gracias.