Los dos últimos grupos prioritarios eran los de los trabajadores de la salud y los mayores de 50 años, especialmente si tenían a su cargo o si vivían con ancianos o enfermos crónicos, y a ese último pertenecía yo porque mi esposa sufría de cáncer.
Gitty me comentó que si bien quería la vacuna por razones obvias, prefería esperar un poco hasta que las cosas se calmaran para así transitar su procedimiento sin sobresaltos. Graciela se movió ubicando un lugar donde la pudiesen vacunar y así encontró un cupo el primer domingo de febrero, casualmente en el mismo hospital donde Gitty había ido cuando los dolores de lo que después se diagnosticaría como cáncer la doblegaron; seis años después regresaba al hospital Highline, pero esta vez era para recibir las dos dosis de la vacuna contra el COVID-19.
Mientras tanto, Jeff buscaba por su cuenta un lugar donde vacunarme y lo encontró en una iglesia católica de la comunidad vietnamita en Seattle, y así me tocó recibir la primera dosis de la vacuna el último domingo de febrero.
Una semana después de yo haber sido vacunado le tocó a Gitty volver a Highline a recibir su segunda dosis y tres semanas mas tarde regresé a la iglesia a completar mi proceso. Por primera vez desde marzo de 2020 respirábamos tranquilos al saber que ella tenía una protección adicional contra esa terrible enfermedad. Con el tiempo se requirieron un par de vacunas adicionales que ella se pondría en el SCCA y donde su médico internista; yo las recibiría en la farmacia de Costco.
Entre vacunas, Graciela le regaló a su mamá una peluca hecha a la medida por una peluquera de Seattle, como Gitty se quejaba mucho de su cabello y que no lo podía arreglar porque debido a los tratamientos las tinturas para cambiar el color y tapar las canas estaban contraindicadas, lo mejor era que usara la peluca para ciertas ocasiones, si bien con lo de la pandemia se hacía difícil pensar en tener vida social.
Al menos una amenaza había sido eliminada, pero quedaba la sombra del cáncer que cada día se hacía mas oscura, y además dentro de muy poco tiempo habríamos de sufrir una muy dolorosa pérdida en la familia.
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