El tratamiento con Doxil se había iniciado, en principio los efectos secundarios no eran muy graves para Gitty y por lo tanto no presentaba problemas para seguir con las dosis. Sin embargo, tenía dolores y malestares en el lado derecho del cuerpo, que si bien no resultaban incapacitantes, se convertían en un problema para sus actividades diarias; para contrarrestarlos la doctora le recetó morfina, tanto de acción rápida como prolongada, dependiendo de como sintiera el dolor y pudiera aliviarlo de manera inmediata o que ese alivio se le mantuviese en el tiempo.
Gitty, que no quería crear hábito ni volverse adicta, decidió usar la morfina solamente cuando lo estimara necesario, y si sentía que el malestar era soportable, pues prefería tenerlo a usar una dosis, aunque otras veces cuando le resultaba muy incómodo estar sin tomarla, pues ingería su pastilla.
Este año, a diferencia del anterior, no hubo una fiesta de cumpleaños, los muchachos le brindaron un almuerzo el día de las madres para así celebrar las dos fechas al mismo tiempo y eso fue todo, porque ella dejó bien claro que no deseaba ningún sarao ni bonche el 2022.
Y esta fue la final en la que estuvimos Gitty y yo juntos.
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