jueves, 8 de junio de 2023

Nuestra historia de amor: Capítulo 248: Empieza el verano de 2021.

 La última semana de mayo Gitty recibió la primera dosis del tratamiento combinado casi de urgencia para controlar el cáncer; eran dos medicinas que se habían usado anteriormente y demostraron ser efectivas, Taxol y Avastin. La idea era buscar reducir los tumores a niveles manejables con estas drogas y luego pasar a otros medicamentos que atacaran las células restantes; también era una forma de ganar tiempo.

Lo positivo estaba en que sus efectos secundarios eran relativamente suaves y Gitty podría vivir una vida cercana a la normalidad, así que no tenía que cambiar planes ni eliminar salidas. Ese verano coincidió con un largo viaje que Graciela hizo por buena parte del país con Jeff y varios de sus familiares; si mal no recuerdo fueron a California, Hawaii, NYC, Miami y Puerto Rico. Durante todo ese tiempo tuvimos que ir al apartamento donde ella vive para ocuparnos de sus plantas, verle el carro y prenderlo para que la batería no se descargara. También Gitty vio la oportunidad para limpiarle el piso, organizar sus cosas y vestir la cama; adicionalmente, por razones de seguridad mientras ella estaba de viaje, instalamos una cámara para poder revisar que todo estuviera en orden mientras el apartamento se encontraba desocupado.

 

A pesar de tener esa obligación que interfería con algunos de nuestros planes, igual salimos a algunos lugares cercanos como el parque Grandview en Tacoma:


Encuentre al conejo.


Y también visitamos el parque estadal Deception Pass o traducido literalmente Estrecho del engaño. Se encuentra en el lugar donde el Estrecho de Juan de Fuca se une con la Bahía de Skagit que sirve de entrada a la ensenada de Puget Sound, mientras que el Estrecho de Juan de Fuca es la salida al Océano Pacífico. El oleaje en el lugar es tremendo, es muy ventoso y las corrientes y mareas son sumamente fuertes; también imagino que el agua debe ser muy fría, porque ninguno de los dos tuvo el coraje ni siquiera de asomarse a la orilla. Es un lugar muy salvaje.


Era cuestión de disfrutar la vida mientras se pudiera, aunque ninguno de nosotros imaginaba que nos quedara tan poco tiempo juntos. En una de las raras buenas noticias, la primera dosificación hizo un efecto positivo y el marcador CA 125 se derrumbó de mas de 500 a 180, lo que significaba que existía la probabilidad de controlar el cáncer. Se hacía necesario mantener las esperanzas.

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