martes, 4 de julio de 2023

Nuestra historia de amor: Capítulo 271: Nuestro último baile.

 Sí, nosotros bailábamos de vez en cuando, pero nunca imaginamos que ese sábado de noviembre de 2021 sería el de nuestro último baile. Lo mejor del cuento es que fue algo completamente improvisado a partir del sobrenombre que mi difunto suegro le había puesto a ella.

A diferencia de mi familia, donde los sobrenombres, apodos, remoquetes y aliases estaban completamente prohibidos, en la de ella eran moneda corriente, especialmente porque su padre se entretenía inventando nuevos todos los días. En el caso de Gitty, quedó bautizada como Pantera Rosa por alguna extraña razón que nunca logré entender.


  Esa noche le busqué un video de la versión original de la canción en YouTube y se lo puse para que escuchara la pieza musical homónima de su alias. Eso me llevó a buscar la versión de una orquesta colombiana llamada La 33 que era muy buena y fue tan así que nos pusimos a bailar el cover. 


Luego recordé que había otra versión de una orquesta radicada en San Francisco llamada Pacific Mambo Orchestra y la reproduje también, siendo un cover del cover, porque cambiaron la letra de la canción.


Y esa también la bailamos. Luego le comenté que Nora Suzuki, la cantante de La Orquesta de La Luz, la gran banda japonesa de salsa, había grabado un tema con la PMO que le había quedado bien bueno, se lo busqué y volvimos a echar un pie.


 Y así teníamos que recordar el super éxito de 1991, cuando estábamos recién graduados y lo bailamos bastante en todas las fiestas y reuniones a las que íbamos.


Quedamos cansados de tanto bailar, así que era tiempo de boleros y Gitty me pidió que le pusiera el de Cheo Feliciano que le dediqué cuando nos hicimos novios, que bailamos abrazados.


Como estábamos en la onda de complacer peticiones, busqué la del Grupo Niche que a ella tanto le gustaba para también mover el esqueleto con esa pieza.


Recuerdo que la última canción que bailamos fue ésta de Rubén Blades con Willie Colón.


Pero después, para cerrar la noche, Gitty quiso ver el video de una de las canciones mas movidas de Julio Iglesias.


No volvimos a bailar porque no se repitieron las condiciones y luego ella fue perdiendo las energías, pero siempre recordaré esa velada que fue completamente improvisada, porque lo normal era ponernos a escuchar las canciones sin bailarlas, pero esa noche hicimos ambas cosas y las disfrutamos tanto que tuvimos un largo rato de pura felicidad, donde el tiempo y el espacio dejaron de importarnos y el universo entero éramos nosotros dos. 

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