sábado, 18 de febrero de 2023

Nuestra historia de amor: Capítulo 143: Graciela, bachiller de la república.


- Tú pensabas que Graciela se iba a ver afectada por la mudanza y eso le iba a traer problemas con los estudios.

- Sí, tanto la mudanza como luego quedarnos sin carro, creía que eso le iba a hacer mas difícil todo, especialmente porque la mudanza se hizo a mitad del año escolar.

- Bueno, pues mira que no, le echó bolas y se graduó de bachiller y con buenas notas.

- Sí, me alegro que ese temor no se haya cumplido, de verdad que pensaba que se iba a afectar, menos mal también que pudo construir un entorno que la ayudó, porque una cosa que lo afecta a uno mucho a esa edad es estar aislado.

- Se supo mover porque ella es muy carismática e hizo amistades rápido, por eso sabía que iba a echar pa'lante, se relaciona muy rápido y así ha sido desde que estaba chiquita.

- Menos mal que ella tiene esas habilidades, porque si no la cosa se le hubiese puesto mucho mas peluda, ahora viene la universidad, que eso es otro asunto, especialmente porque cuesta plata, pero por ahora vamos a dejar eso así, al menos tiene el cupo reservado.

- Ella tiene cupo en UW de Seattle y Bothell,¿no?

- Tiene en los dos núcleos, pero se va a quedar con el de Seattle, es mas cerca y es el principal.

- Bueno, luego veremos como hacemos con la universidad.

- Esa es otra historia, como hacer trabajar los números y pagar los semestres. Esa es la tarea del indio, habrá que poner a trabajar el coco.

- Bueno, hasta ahora nunca nos han matado el gallo en la mano, ya veremos que se inventa.


Esa conversación la tuvimos Gitty y yo luego de la ceremonia de graduación de Graciela, ella se fue con los demás graduandos a celebrar el grado mientras nosotros nos regresábamos a la casa.

Así fue, debido a su enorme capacidad de ajuste fue capaz de terminar su bachillerato sin novedad alguna, a pesar de haber cambiado de escuela a mitad del onceavo año escolar y luego teniendo que ajustar sus horarios de forma radical luego de quedarnos sin carro, porque no era nada fácil eso de levantarse a las cinco de la mañana y tener que tomar varios autobuses para llegar a tiempo a clases y luego hacer el camino de regreso de la misma forma.

Nuestra hija tuvo la ayuda de sus compañeros de clases, supongo que debido a que no cursaban un bachillerato normal sino el AP/IB los convertía en estudiantes especiales muy lejanos del común de los cursantes; así su transición no fue tan radical y pudo hacer amistades rápidamente al encontrar jóvenes similares a ella.

Hubo bastantes amigos, pero entre todos ellos destacan dos que se convirtieron en hermanos de ella, porque la relación continuó luego de su graduación, se fortaleció en la universidad y se mantiene hoy en día viendo hacia el futuro. Se han acompañado tanto en las buenas como en las malas y siempre están ahí con ella. De hecho estos dos compañeros de clase eran novios en el liceo, se casaron y como pareja siguen siendo los mas cercanos a Graciela. Son Tjitske y Teja, y gracias a sus nombres, que para nosotros son un pelín complicados, Graciela los simplificó de una manera bastante práctica, así que se convirtieron en "la holandesa y el indio."

- Ellos saben que ustedes con su edad se van a volver un desastre con sus nombres, así que no se van a poner bravos.

- Bueno, si tú lo dices así será, le dijo Gitty una vez.

Su amistad fue clave para Graciela, junto con la de todos sus otros compañeros, y siempre Gitty agradeció que ellos estuviesen en el camino de nuestra hija.

También presenciaron la ceremonia nuestros buenos amigos Clarice y Tom porque deseaban compartir ese momento tan especial con nosotros.

Emigrar no es cosa fácil, y la principal razón que nos motivó a hacerlo fue el deseo de criar a nuestra hija en democracia, así suene extraño; pero no es lo mismo criarse y ser educado en un lugar donde existe el libre debate de ideas que hacerlo en otro donde no hay libertad y se sustituye la educación por el adoctrinamiento o, peor aun, se sustituye por la nada.

Ese fue el mayor legado que Gitty le quiso dejar a su hija y que era uno de sus leit motivs favoritos.

- Gracias a Dios que tuviste la visión de irte de Venezuela y así pudimos sacar a nuestra hija de allá y darle una buena educación, que es lo único que le vamos a dejar. 

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