El tiempo siguió su marcha y Graciela aprobó su onceavo grado con buenas notas, algo casi milagroso teniendo en cuenta que lo cursó en dos escuelas diferentes y en dos estados muy distantes entre sí, lo que habla muy bien de su capacidad intelectual y disciplina estudiantil.
Mientras tanto yo seguía en lo mío y Gitty en sus clases de inglés avanzado. El cambio de clima le había hecho daño y por no cuidarse un catarro le dio bronquitis y todo eso le duró dos meses; al final se curó con la llegada del verano al calentarse el clima mas el montón de medicinas que tuvo que tomar.
El mes de julio nos enteramos por la televisión de un festival aéreo que se iba a celebrar el fin de semana del 21 y 22 en la base aérea McChord perteneciente a la instalación militar Base conjunta Lewis- McChord (Joint Base Lewis-McChord o JBLM) formada por el Fuerte Lewis del ejército y la base aérea. Iba a ser todo un espectáculo aéreo con los Thunderbirds de la USAF, exhibiciones de vuelo de otros aviones y también iban a poder verse otras aeronaves militares de todo tipo. Como ese tipo de programas no son muy comunes decidimos ir porque no sabíamos cuando volvería a presentarse, así que ese domingo nos levantamos muy temprano para ir a Tacoma porque sospechamos que habría cola para entrar a la base por las necesarias medidas de seguridad.
No nos equivocamos y duramos casi una hora esperando el ingreso, pero valió la pena porque llegamos a tiempo para ver todo y disfrutar del show aéreo.
Un F-16 de la Guardia Aérea Nacional de Texas, los pistoleros.
Un cañonero AC-130.
Que se llama cañonero porque tiene cañones de artillería.
Un F/A-18 de la Armada que estaba coleado.
Aquí se puede ver la pasada inicial del show de los Thunderbirds.
Graciela frente a un bombardero B-1.
Y frente a un A-10 Warthog.
Gitty que siempre quiso tomarse una foto con una cachucha, así fuera policía, que por algún lado le tenía que salir la sangre gocha.
Graciela frente a un helicóptero de transporte.
Yo con el A-10 y tapando su cañón.
El AH-64 Apache.
Y aquí está una perra de apoyo emocional para veteranos, es uno de los componentes operativos de una fundación que se dedica a ayudarlos para que se reinserten a la vida normal luego de haber vivido el horror de la guerra.
Gitty frente al B-1.
Y el helicóptero de transporte, esas aeronaves siempre fueron su debilidad porque su papá las pilotaba.
Llegamos al apartamento después de las ocho de la noche, porque casi que nos botaron de la base, fuimos de los últimos que salieron, y fue bueno que aprovechamos esa oportunidad, porque desde entonces no volvieron a hacer nada similar en esa base.
Y el cierre es con el video de un bombardero B-1 en vuelo rasante sobre la base.
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