sábado, 9 de septiembre de 2023

Nueve de septiembre.


 Esta foto nos la tomamos el 14 de septiembre de 2019, cinco días después de nuestro trigésimo aniversario de boda eclesiástica y trigésimo cuarto de habernos conocido; fue la última vez que celebramos el nueve de septiembre en Billy Baroo's porque en 2020 y 2021 la pandemia impidió que pudiésemos disfrutar la velada allí y para 2022 el destino estaba por alcanzarnos.

Hoy hago un paréntesis en la revisión porque se cumplen 38 años de habernos conocido y 34 de nuestro matrimonio eclesiástico, una fecha muy especial en la que por primera vez Gitty está ausente. Siempre, desde que cumplimos el primer año de conocernos, ella gustaba de celebrar el día, no quería que pasara debajo de la mesa; a lo largo de los años nos dimos muchos regalos, nos escribimos muchas cosas y fuimos a bastantes lugares, nunca dejó de recordar el doble aniversario ni de hacer algo para resaltar la importancia de ese día.


Algo en lo que coincidimos con el transcurrir del tiempo es que el nuestro fue amor a primera vista, como si nos hubiésemos estado buscando desde que nacimos hasta que coincidimos en ese autobús de la línea San Ruperto; fue la única forma en que pudimos entender cómo Gitty me buscó conversación y me dio el número telefónico de su casa para que la llamara porque también me invitó para que fuera su acompañante en una fiesta. Fue algo tan loco que no se puede explicar de manera racional.


Ciertamente que fui un niño muy bonito, pero eso duró hasta los 12 años; luego me transformé en un sujeto realmente feo, mas feo que un carro por debajo; mientras tanto ella era una muchacha preciosa, alguien de quien no se podría pensar que se iba a fijar en un elemento como yo.

Lo cierto del caso es que esa joven increíblemente bella se enamoró de mí y todavía no sé cómo. Me comentó varias veces que cuando me vio en el programa "La estrella de la fortuna" había sentido algo por mí sin conocerme, y luego cuando me vio los ojos en el autobús quedó como embrujada "porque nunca había visto unos ojos tan bellos" y aquí la estoy parafraseando.

Recuerdo perfectamente como me sentía cuando me despedí de ella y la vi entrar al ascensor; apenas se cerraron las puertas pensé que estaba soñando, no podía ser que la chica mas hermosa del mundo me hubiese dado su número telefónico e invitado a una fiesta, eso era imposible. Luego, mientras caminaba y salía del conjunto residencial me di cuenta que era cierto, que ese pedazo de papel que tenía en la mano con su nombre y teléfono escritos de su puño y letra era real y que no era un sueño.

Y sí, me enamoré de ella, perdidamente, como en las historias de amor que aparecen en los libros y en las películas. La amé desde ese mismo día, y ese amor siguió creciendo hasta el momento de su muerte. Cuando se ama así el amor se convierte en una sensación física y duele, porque se ama hasta sentir dolor, dolor que solamente se alivia cuando se está en presencia del ser amado.

Gitty solía decirme que a lo mejor nosotros hemos estado amándonos a lo largo de muchas generaciones y por eso siempre teníamos que estar juntos, que por eso nuestro amor era eterno; yo le decía que no estaba seguro de tal cosa porque no creía que alguien fuera a recibir semejante castigo de tener que estar conmigo por toda la eternidad.

Ella se reía cuando le decía eso y me acusaba de ser un descreído que no entendía nada de la espiritualidad. Ahora, en cambio, me gusta pensar en que a lo mejor todo lo que ella me dijo es cierto y que seguiremos amándonos en el futuro.

Y no puedo olvidar nuestra boda eclesiástica. Gitty fue la primera de las hijas de mis suegros que se casó "de velo y corona," como acostumbraba a decir la gente antes; salió de su hogar familiar a la iglesia para unirse en matrimonio a un loco como yo.


Mientras tenga vida seguiré recordando este día y pondré un ramo de rosas rojas en su altar para mostrar el amor que siento por ella. Gitty, dondequiera que estés, feliz aniversario de bodas y de habernos conocido. Gracias por todo el amor que me diste y te seguiré amando, nunca cambiará mi sentimiento.


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