Acerca de cómo sobrevivir a la pérdida de la única mujer que he amado mientras me dedico a escribir tonterías para encontrar algún sentido a la vida que no es vida sin ella.
Hace 38 años, el 28 de septiembre de 1985, Gitty y yo nos hicimos novios. Fue algo completamente improvisado, no tenía plan alguno ni se me había ocurrido nada para impresionarla; quería que fuera mi novia porque estaba enamorado de ella, pero no sabía como llegar a esa meta.
Gitty también se había enamorado de mí, pero no iba a reconocerlo tan pronto, es deber de la mujer hacerse la difícil para ver qué va a hacer el hombre al respecto, si va a tener la valentía suficiente como para declararse o la audacia necesaria para generar el momento propicio.
He pensado mucho durante mis noches solitarias y he llegado a reconstruir esa noche momento a momento. Si bien ella no decía nada acerca de sus sentimientos, su mirada y gestos la delataban; me miraba constantemente y siempre que podía lo hacía directo a mis ojos. Cuando nos montamos en el taxi que nos llevó a la fiesta me había tomado la mano mientras la ayudaba a entrar, y luego cuando nos sentamos en la mesa y empezamos a hablar se había volteado por completo en su asiento para estar frente a mí, cosa que yo hice también, hasta que nuestras rodillas se tocaron.
En algún momento de nuestra conversación nos volvimos a tomar las manos y fue cuando ella decidió darme el empujón que cambiaría nuestras vidas, cuando me preguntó:
- ¿Y tú tienes novia?
Al responderle que no, pude preguntar lo que tanto había deseado desde hacía varios días:
- ¿Quieres ser mi novia?
Y ella me respondió que sí de inmediato.
Muchos años después, ya viviendo en Seattle, aunque antes del diagnóstico del cáncer, le pregunté:
- Luego de todo este tiempo y tantas cosas que hemos pasado, si hubieses tenido conocimiento de todo lo que nos iba a pasar en el futuro, ¿me habrías respondido que sí esa noche?
Recuerdo que me respondió razonando:
- Mi respuesta habría sido la misma, no me arrepiento de haberte dicho que sí, porque al menos fuiste el hombre que escogí y eras con quien yo quería compartir mi vida, con todo lo bueno y lo malo. Además eres el padre de mi mayor tesoro y ya solamente nuestra hija era mas que suficiente para decirte que sí, y a pesar de todo lo que hemos pasado sigo enamorada de ti y eso no va a cambiar.
También recuerdo que nos besamos luego de esa respuesta y fuimos a sentarnos en el sofá de la sala por un buen rato.
Este es el segundo aniversario del inicio de nuestro noviazgo en el que estoy sin Gitty, y se hace difícil pensar que se ha ido para no volver, pero igualmente sigue presente en mis pensamientos y vida todos los días como mi gran amor. No sé qué me deparará el futuro, pero todo lo que viví con Gitty, su amor, paciencia y dedicación, todos los momentos que vivimos juntos, tanto los buenos como los malos, siempre estarán en mi memoria, hasta el día de mi muerte.
Y si ella puede escucharme en dondequiera que esté, solamente puedo decirle: Gracias por todo lo que vivimos juntos todos estos años, por todo lo que me diste, por nuestra hija, por siempre y para siempre, gracias.
Paradójicamente esta es la etapa mas complicada de la obra. Muchas personas a quienes agradecer y una memoria frágil que no ayuda para recordarlas a todas; sin embargo este paso debe ser dado y me toca proceder a dar gracias a tantas buenas personas.
Primero está alguien que fue quien me dio el impulso para iniciar este proyecto, una amiga y mentora política de mi hija, quien cuando escuchó de mis labios cómo nos enamoramos Gitty y yo me dijo que debía plasmar eso por escrito antes que el tiempo dañara mis memorias. Le hice caso y esa misma noche empecé con el primer capítulo. Muchas gracias, señora Palmira, por esa idea.
Luego me corresponde agradecer a la responsable de que Gitty hubiese podido vivir casi ocho años después del diagnóstico, cuando llegar a los cinco años de sobrevida se veía casi imposible. Gracias a la doctora Elizabeth Swisher y su equipo mi esposa pudo disfrutar de muchos momentos felices y experiencias invalorables a lo largo de todo ese tiempo adicional.
En la mañana mas oscura de mi vida, alguien me acompañó para mantenerme levantado mientras Graciela y Jeff estaban en la funeraria haciendo todas las diligencias para las exequias de Gitty. Muchas gracias al señor Barry Goren por haberme asistido en tal momento.
Aquí me toca recordar a alguien que aspiro se convierta en miembro de la familia con pleno derecho, aunque tal cosa no depende de mí. Si no hubiese estado Jeff con nosotros ese jueves 15 de septiembre en la tarde todo habría sido mucho mas difícil tomando en cuenta la situación en la que nos encontrábamos Graciela y yo, gracias a él se pudo agilizar el proceso fúnebre de Gitty, y eso es para estar agradecido por siempre.
Igualmente, agradezco al jefe de Gitty, quien al saber de su situación se puso a la orden y al ser hombre de fe la incluyó en sus plegarias diarias. Muchas gracias al Rabino Levi Levitin.
A los amigos que estuvieron presentes durante esas horas tan difíciles. Muchas gracias al señor Dan, su esposa, la señora Clarice y el señor Tom, muchas gracias.
A los compañeros de trabajo de Graciela, que se hicieron presentes en el funeral y la misa, muchas gracias. Desde luego, también a su jefe, el Concejal Girmay Zahilay.
A los familiares que nos adoptaron a través de Graciela cuando llegó a estudiar a Interlake High School, Tjitske y Teja, junto con sus padres y hermanos. Gracias por todo.
A las grandes amigas de Gitty, la señora Kimm, Yelitza y la señora Isabel, muchas gracias.
A nuestros amigos de Miami, Clara, Tony, su hija Eliane. Muchas gracias.
A todos los amigos de Graciela que se hicieron presentes y que la apoyaron y siguen apoyando, son tantos que no puedo nombrarlos a todos, muchas gracias.
A los familiares cercanos que nos acompañaron de una forma u otra, aun desde la distancia, muchas gracias.
No olvido a otras personas que nos apoyaron en esos días tan duros y cuyos nombres no recuerdo, muchas gracias a ellos también. Si bien sus nombres no me vienen a la cabeza, sí recuerdo sus rostros y les doy las gracias.
Por último, a la gente de mi trabajo, que me ha apoyado todo el tiempo en el que he estado cruzando este desierto.
Y si alguien falta, no es por mala intención, es porque la memoria me juega malas pasadas, pero puede dar por seguro que también le estaré agradecido por todo lo que hizo por nosotros durante esos días aciagos, así haya sido simplemente por haber hecho acto de presencia, habernos escrito algo o recordar a Gitty en sus oraciones o plegarias.
Luego de terminar la historia de la Gitty que conocí, viene la parte del cierre. Primero toca la parte de los agradecimientos, debo dar las gracias a muchas personas que nos acompañaron a lo largo del tiempo de su enfermedad y luego se manifestaron durante los días mas duros del luto, la lista es tan larga que sé que muy posiblemente algunos nombres se me quedarán por fuera y desde este momento me disculpo por esos olvidos tan inmerecidos.
Luego toca el primer apéndice, que será la discografía de nuestra historia, la cual será como un soundtrack, que al ser escuchado servirá como marco de todos los momentos que pasamos juntos; alegres, tristes, buenos, malos, felices y duros.
El segundo apéndice será el de las expresiones coloquiales que Gitty usaba; palabras, frases y gestos únicos de ella. Así los lectores podrán imaginarlas en su voz dependiendo del estado de ánimo que ella tenía cuando las usaba.
El tercer apéndice será el primer cuento que inventé en Miami, este apéndice tendrá un breve prólogo para explicar el porqué de tal cuento, el entorno en el que lo desarrollé y cómo se me ocurrió.
Y el cuarto y último apéndice será otro cuento, uno que se ha contado de muchas maneras diferentes desde que H.G. Wells publicó en 1895 "La máquina del tiempo," así que ya se puede imaginar por dónde va la cosa. Con este cuento quedará cerrada oficialmente nuestra historia, ya que si bien posteriormente contaré diversas anécdotas y cosas que pasaron, mayormente humorísticas, no tendrán un índice cronológico sino que las iré escribiendo a medida que las vaya recordando en detalle y pueda construirlas de manera adecuada.
Después del fin de semana en el que conmemoramos un año de la ausencia física de Gitty, retomo el hilo del blog para cumplir con los pasos finales del proyecto.
Hace muchos años que no te escribo cartas, eso se debe a que nos acostumbramos a la tecnología usando mensajes de texto y luego añadimos la aplicación WhatsApp. Sin embargo, al cumplirse un año de tu partida, he decidido escribirte de la manera que lo hacía cuando éramos novios.
No hay prisa para que la leas; si estás en este universo, tienes al menos un googol de años antes de que se extinga el último agujero negro, así que no hay problema, puedes tomarte tu tiempo.
Es casi seguro que algo debes saber acerca de cómo Graciela y yo hemos lidiado con tu ausencia; nuestra hija poco a poco se ha ido adaptando a la nueva realidad y la cachorrita que adoptó el año pasado le ha servido de gran ayuda, al igual que el apoyo de Jeff, un muchacho tan bueno que es merecedor de todos los elogios que se le puedan dar. Acerca de Vida, la cachorrita, es lo mas parecido al Demonio de Tasmania que te puedas imaginar; es muy dulce, como un bebé gigante, pero un verdadero terremoto.
Aparentemente Graciela por fin te va a hacer caso y por fin el año que viene va a empezar a estudiar el postgrado, que bastantes largas le ha dado; y si bien no vas a estar presente para cuando se gradúe, sé que de una forma u otra podrás verla con su toga y birrete.
Antes que se me pase, este año la prima Kelim nos invitó a su casa y conocimos a su familia. Ella es un vacilón, de lo mas simpática, al igual que su esposo, que navega y pesca; así que siempre tienen productos del mar muy frescos para comer. Tienen una niña de lo mas bella y dulce, me recuerda un poco a Graciela cuando tenía su edad, porque también es traviesa, lo que quiere decir que es muy inteligente.
Todos lamentaron tu ausencia, pero Graciela y yo somos tus representantes y debemos cumplir con nuestro papel de la mejor manera posible para que tu nombre siempre esté en alto.
Acerca de mí, cada día que pasa me haces mas falta, la soledad es terrible. El no tenerte a mi lado, el despertarme todos los días y no verte en la cama; el esperar tus llamadas telefónicas cuando estoy en el trabajo, a las cinco de la tarde y a las nueve de la noche, para luego recordar que no vas a llamar; ver y oír cosas y no poder contártelas; necesitar consejos y no poder pedírtelos; no sentir el calor de tu cuerpo, su perfume ni la suavidad de tu piel es mucho mas de lo que puedo soportar.
Siempre estoy pensando en ti; en tus ocurrencias, tus regaños, tu risa, tus rabietas cuando te ponías a zapatear de la furia, el como abrías la puerta del baño cuando yo estaba ocupado en mis negocios, el como me estabas viendo cuando me despertaba en las mañanas de los fines de semana. Recuerdo tantas cosas que nos pasaron durante todos los años que estuvimos juntos; nuestro matrimonio secreto, el eclesiástico, cuando cometí la cagada de irnos a vivir a casa de mi mamá, la separación, la reconciliación, el nacimiento de Graciela, la adopción de Lucy. Tantos momentos que se reproducen en mi memoria todos los días.
Muy posiblemente debes haberte enterado que escribí toda nuestra historia de amor desde el momento en que nos conocimos hasta cuando tuviste que dejarnos. Sé muy bien que a ti te gustaba saber a cuanta gente le gustaban las fotos que posteaba Graciela en sus redes sociales al igual que las que yo publicaba en Twitter (que ahora lo llaman X) y te contentabas cuando te dábamos los números; ahora te puedo decir que en menos de un año los alrededor de 300 capítulos han recibido mas de 8.000 lecturas, lo que no está nada mal considerando que el blog apenas tenía poco menos de 13.000 en 15 años, es decir, menos de 1.000 anuales.
Recuerdo que decías que cuando te murieras iba a montar una fiesta porque por fin me libraba de ti. Ya sabes que eso no era cierto, mi alegría murió contigo; claro que me río de chistes y puedo sentirme alegre a veces, pero mis ojos no se ríen, esa risa se apagó hace un año y no creo que se vuelva a encender.
Te estarás preguntando, ¿y por qué no te empatas con alguna chica para que al menos no estés solo? Dejaste el listón muy alto y es sumamente difícil que alguien similar a ti se fije en alguien como yo; tú me conoces a la perfección y sabes que no soy de esos tipos que resultan atractivos a las mujeres. Únicamente algunas muy especiales, como tú, pueden hallar algo interesante en mí; y tampoco me voy a buscar una por buscarla, además que tampoco estoy interesado en tal cosa. Si mi destino es vivir solo, pues ni modo; de ninguna manera pretendo insultarte a ti ni a tu memoria enredándome con la primera marruñeca que se presente, sería algo absolutamente denigrante. Espero que esto responda tu pregunta, es altamente improbable que me arrejunte con nadie al menos en el futuro previsible.
Espero que en el lugar donde estés hayas encontrado a las almas de todos los seres queridos que se marcharon antes que tú, como tu papá y tus abuelos, y que estés disfrutando la eternidad junto con todos ellos. Espero también que me extrañes así sea un poquito y que cuando llegue mi turno estés esperándome con los brazos abiertos y que no nos volvamos a separar. A lo mejor somos avatares de una sociedad infinitamente mas avanzada y en este momento te estás burlando de mí porque en ese universo que inventamos me puse mal cuando tu avatar se murió y me estarás comentando:
- Hasta cartas de amor le escribes a mi avatar difunto, y resulta que aquí somos inmortales. Lo bueno es que me doy cuenta de que al menos me quieres bastante.
Por momentos pienso que somos nuestros propios dioses y que en realidad nos vemos a nosotros mismos interpretando papeles en este universo mientras los miramos desde ese otro donde somos inmortales. Si eso es así sería lo mejor que podría pasar, y si no lo es, pues espero que el mas allá sea algo similar a eso que imagino y nos podamos reencontrar al momento de mi muerte.
Eres inolvidable y siempre te seguiré amando, como mi primer, único y eterno amor. Mi Reina bella.
Versiones definitivas. Ajustes de redacción y puntuación, correcciones de dedos mal metidos y párrafos confusos.
Con esto se completa la revisión de toda la historia que ahora está razonablemente bien contada, a continuación escribiré mañana en conmemoración del primer aniversario de la partida de Gitty, luego haré la lista del soundtrack de todo este proyecto para cerrar con los agradecimientos, apéndices y cuentos. Todo este trabajo debería estar listo para principios de diciembre a mas tardar.
Versiones definitivas. Ajustes de redacción, eliminación de redundancias y cacofonías. Correcciones de dedos mal metidos y ajustes de oraciones ambiguas.
Esta foto nos la tomamos el 14 de septiembre de 2019, cinco días después de nuestro trigésimo aniversario de boda eclesiástica y trigésimo cuarto de habernos conocido; fue la última vez que celebramos el nueve de septiembre en Billy Baroo's porque en 2020 y 2021 la pandemia impidió que pudiésemos disfrutar la velada allí y para 2022 el destino estaba por alcanzarnos.
Hoy hago un paréntesis en la revisión porque se cumplen 38 años de habernos conocido y 34 de nuestro matrimonio eclesiástico, una fecha muy especial en la que por primera vez Gitty está ausente. Siempre, desde que cumplimos el primer año de conocernos, ella gustaba de celebrar el día, no quería que pasara debajo de la mesa; a lo largo de los años nos dimos muchos regalos, nos escribimos muchas cosas y fuimos a bastantes lugares, nunca dejó de recordar el doble aniversario ni de hacer algo para resaltar la importancia de ese día.
Algo en lo que coincidimos con el transcurrir del tiempo es que el nuestro fue amor a primera vista, como si nos hubiésemos estado buscando desde que nacimos hasta que coincidimos en ese autobús de la línea San Ruperto; fue la única forma en que pudimos entender cómo Gitty me buscó conversación y me dio el número telefónico de su casa para que la llamara porque también me invitó para que fuera su acompañante en una fiesta. Fue algo tan loco que no se puede explicar de manera racional.
Ciertamente que fui un niño muy bonito, pero eso duró hasta los 12 años; luego me transformé en un sujeto realmente feo, mas feo que un carro por debajo; mientras tanto ella era una muchacha preciosa, alguien de quien no se podría pensar que se iba a fijar en un elemento como yo.
Lo cierto del caso es que esa joven increíblemente bella se enamoró de mí y todavía no sé cómo. Me comentó varias veces que cuando me vio en el programa "La estrella de la fortuna" había sentido algo por mí sin conocerme, y luego cuando me vio los ojos en el autobús quedó como embrujada "porque nunca había visto unos ojos tan bellos" y aquí la estoy parafraseando.
Recuerdo perfectamente como me sentía cuando me despedí de ella y la vi entrar al ascensor; apenas se cerraron las puertas pensé que estaba soñando, no podía ser que la chica mas hermosa del mundo me hubiese dado su número telefónico e invitado a una fiesta, eso era imposible. Luego, mientras caminaba y salía del conjunto residencial me di cuenta que era cierto, que ese pedazo de papel que tenía en la mano con su nombre y teléfono escritos de su puño y letra era real y que no era un sueño.
Y sí, me enamoré de ella, perdidamente, como en las historias de amor que aparecen en los libros y en las películas. La amé desde ese mismo día, y ese amor siguió creciendo hasta el momento de su muerte. Cuando se ama así el amor se convierte en una sensación física y duele, porque se ama hasta sentir dolor, dolor que solamente se alivia cuando se está en presencia del ser amado.
Gitty solía decirme que a lo mejor nosotros hemos estado amándonos a lo largo de muchas generaciones y por eso siempre teníamos que estar juntos, que por eso nuestro amor era eterno; yo le decía que no estaba seguro de tal cosa porque no creía que alguien fuera a recibir semejante castigo de tener que estar conmigo por toda la eternidad.
Ella se reía cuando le decía eso y me acusaba de ser un descreído que no entendía nada de la espiritualidad. Ahora, en cambio, me gusta pensar en que a lo mejor todo lo que ella me dijo es cierto y que seguiremos amándonos en el futuro.
Y no puedo olvidar nuestra boda eclesiástica. Gitty fue la primera de las hijas de mis suegros que se casó "de velo y corona," como acostumbraba a decir la gente antes; salió de su hogar familiar a la iglesia para unirse en matrimonio a un loco como yo.
Mientras tenga vida seguiré recordando este día y pondré un ramo de rosas rojas en su altar para mostrar el amor que siento por ella. Gitty, dondequiera que estés, feliz aniversario de bodas y de habernos conocido. Gracias por todo el amor que me diste y te seguiré amando, nunca cambiará mi sentimiento.
Versiones definitivas. Corrección de errores de redacción, concordancia y cacofonía; ajustes de puntuación y dedos mal metidos. Mejora de titular del capítulo 249.
Versiones definitivas. Ajustes de puntuación, redacción y eliminación de archivo multimedia roto; corrección de dedos mal metidos y añadidura de texto adicional para mejorar la comprensión de ciertos párrafos.
Versiones definitivas. Ajustes de redacción, ampliación de algunos párrafos, correcciones de errores semánticos, signos de puntuación, cacofonía y dedos mal metidos.