Burro amarrado contra tigre hambriento. Así fue la pelea del 15 de Octubre entre el chavismo-madurismo y la MUD; cuando se creía que los candidatos opositores a la dictadura iban a arrasar ocurrió exactamente lo contrario, los chavomaduristas se llevaron 18 gobernaciones de las 23 en juego y los opositores apenas recogieron 5 y de forma bastante precaria. En este caso la definicion de la palabra precaria es bastante sencilla: Si se desvían un poco de la línea establecida por la dictadura los gobernadores están fuera.
¿Como pasó semejante debacle? Cuando vas a una elección sin garantía alguna y contra un enemigo que no tiene el menor escrúpulo y tiene todo que perder te va a pasar lo mismo que a un burro al que amarras a un botalón y luego le sueltas un tigre hambriento para que ambos animales peleen. En menos de un minuto el jumento estará muerto y el tigre no habrá recibido ni un rasguño, y en una hora lo que quedará del desventurado equino serán restos que el felino no pudo comer. Esto fue lo que le paso a la MUD el 15 de octubre.
¿Ahora bien, por qué la MUD fue a una pelea que a todas luces iba a perder? Antes del 15, si bien había una fuerte sospecha de lo que podía pasar, el liderazgo opositor creía que con una asistencia masiva de votantes podía anularse cualquier trampa que la dictadura tendiese ese día.
Eso no pasó; la afluencia de electores, si bien no fue masiva, resultó bastante decente para el tipo de elección a pesar de todas las trabas, alcabalas e impedimentos que puso la dictadura para dificultar el derecho al voto, especialmente en zonas consideradas como opositoras duras, así que la tesis de la abstención, con todo y los lamentos de la dirigencia politica y muchos opinadores que la respaldan, no fue determinante.
La trampa se empezo a preparar desde los fraudulentos comicios de la constituyente madurista o quizá antes, desde el plebiscito del 16 de Julio, donde la dirigencia de la MUD le puso en bandeja de plata al madurismo la cifra mágica de 7 millones de votantes como lecho rocoso opositor. A partir de allí el CNE, oficina comicial de la dictadura, pudo construir la falacia de 8 millones de votos por la constituyente y ese ejercicio del 30 de Julio les sirvió como ensayo general para otras elecciones; por eso después de más de año y medio luego de la victoria opositora en las parlamentarias se decidieron a hacer una nueva convocatoria, al tener la sartén agarrada por el mango y a prueba de sorpresas de última hora.
Luego era cuestión de tiempo para seducir a la dirigencia de la MUD con comicios a sabiendas de que se iba a cumplir una de las cuatro exigencias desde que el antichavismo tomó control del parlamento en 2016: Exigencia de cronograma electoral así a secas, sin mencionar la frase elecciones justas; ante tal llamado, no le quedaba mas recurso a la MUD que plegarse y someterse a los designios del CNE, designios que buscaban debilitar a la coalición opositora a todo nivel, desde la dirigencia hasta el votante llano.
No recuerdo quien creó el aforismo aquel que dice algo asi como "cuidado con lo que pides porque tus deseos pueden hacerse realidad" o cosa similar, pero sea quien sea y dígase como se diga tenía razón. La MUD obtuvo lo que quería y a la vez ese era un cuchillo listo para cortarle la garganta.
Así llegó el 15 de Octubre y la MUD tuvo su propia batalla de La Puerta, con la diferencia de que aquí no pudieron parafrasear a Bolivar acerca de que se perdió todo menos el honor, porque aqui hasta el honor se perdió.
¿Pudo haberse evitado esto? Es difícil determinarlo, se supone que si eres demócrata no puedes eludir elecciones, a menos que se vea por encima que el proceso está tan amañado que no vas a poder ganar nada por más que trates. En cierta medida eso se dio en este caso, pero la dirigencia opositora no denunció la falta de garantías por ingenuidad, triunfalismo exagerado o connivencia con la dictadura, o una mezcla de las tres cosas.
Voy a ser sincero, no estuve de acuerdo con la tesis de la abstención porque, si bien sabía desde el principio de la historia que la MUD se dirigia a un matadero, consideraba que no quedaba mas remedio que caminar hasta allá y afrontar el destino, gústenos o no. Desgraciadamente, el liderazgo de la MUD no se cansó de cometer errores no forzados y eso empeoró muchísimo más una situacion mala de por sí.
Primero que nada estuvo el asunto de la inscripción de las candidaturas. Todo el mundo corrió a inscribirse en agosto, como si no supieran que luego ese montón de candidatos preinscritos iban a permanecer en el tarjetón para confundir a los votantes, cosa que al final pasó porque el CNE no los desincorporó oficialmente para que en caso de que alguien votase por tales candidatos los votos fuesen sumados a la persona ganadora en las primarias. Tampoco se inscribieron candidaturas simbólicas, cosa que habría sido muy interesante porque así se podía mostrar el desacuerdo de la oposición al proceso sin dejar de participar en él y tambien sería una buena forma de pensar fuera de la caja y confundir al enemigo.
Tal tesis la planteó J.J. Rendón el viernes pasado en el programa Conclusiones de CNN en español con Fernando del Rincón y era algo provocativo como idea para los comicios pero a nadie en la MUD se le ocurrió y si a alguien se le ocurrió nadie trató de ponerlo en práctica. Así se realizaron las elecciones primarias para escoger candidatos que al ser abiertas para todo el electorado permitían que militantes del PSUV participaran y metiesen votos al peor candidato opositor, bien sea por tener rabo de paja o por ser alguien polémico o divisivo, y asi complicar las posibilidades de triunfo de la MUD.
No hablo del bochornoso espectáculo acontecido luego de esas primarias en varios estados porque eso sinceramente daba pena ajena y material a granel para los chavomaduristas, que como es de imaginarse, lo usaron sin escrúpulo alguno para dañar más aún la imagen ya maltrecha de la MUD en esos estados.
No comento tampoco las triquiñuelas del CNE cerrando y cambiando centros de votación a última hora, específicamente en lugares de fuerte tendencia opositora para así confundir a los electores y lograr abstención forzada por tales situaciones; a eso tambien hay que sumar el no uso de la tinta indeleble ni de los cuadernos electrónicos de votación, cosa que abrió las puertas a personas multiceduladas que de esa forma podían votar varias veces en uno o varios centros.
Llegamos al 15 de octubre y ocurrió el desastre que muchos esperábamos pero que aparentemente la dirigencia de la MUD no vislumbró. Hubo fraude en todos los aspectos, en el antes, durante y después y las elecciones no fueron limpias ni sus resultados confiables; el arbitro se vendió por completo a uno de los bandos y no permitió al otro ni respirar.
Sin embargo, la respuesta de la dirigencia de la MUD a tales desmanes fue lenta, débil y timorata; el jefe nacional de campaña habló el domingo en la tarde y desde entonces está desaparecido en acción. Sólo Andrés Velásquez en Bolívar ha sido el único en presentar pruebas contundentes del robo que le hicieron y apenas recibió unas declaraciones de solidaridad del resto de la dirigencia de la MUD mientras seguia combatiendo el fraude solo, sin apoyo en el terreno.
Luego de todo esto pasó lo que tenía que pasar. La MUD es una alianza electoral pero no política en sentido estricto, es decir, hay múltiples líderes pero no tienen una estrategia política común para combatir a la dictadura y las decisiones se toman en un grupo en el que no participan mas de cinco o seis personas que buscan obtener beneficios para sus partidos pero no para el todo; asi las cosas la dictadura sabe que la unidad no es real, sino solamente una fachada que puede derrumbarse en cualquier momento.
Y eso es lo que pasó el 24 de octubre. La fachada se vino abajo y dejó al descubierto todas las miserias de la coalición opositora. ¿Cómo pasó esto? La última trampa del regimen dictatorial que pisa a Venezuela fue obligar a los cinco gobernadores electos de la MUD a jurar el cargo ante la asamblea constituyente, cosa que cuatro de ellos hicieron, gobernadores militantes de AD, y allí se desataron los demonios.
Si juras ante alguien, estás reconociendo su autoridad y competencia y de nada vale que digas lo contrario porque ya el mal está hecho. Al hacer esto, estos gobernadores destruyeron toda la estructura opositora existente desde el mes de julio que consistia en negar toda legitimidad a la asamblea constituyente madurista y así rompieron la única estrategia válida que era obligar a la dictadura a despojarles de sus cargos de eleccion popular, cosa que habria servido para debilitar al regimen, especialmente a nivel internacional.
Ahora, luego de cuatro meses de manifestaciones callejeras que dejaron un saldo de mas de 130 muertos, un plebiscito convocado por la oposición, la elección fraudulenta de una asamblea constituyente para terminar de hundir a la asamblea nacional legítimamente electa el 6 de diciembre de 2015 y las elecciones de gobernadores del 15 de octubre nos encontramos en un escenario donde la dictadura está sólidamente instalada empuñando firmemente las riendas del poder y a su frente una MUD fragmentada, desmoralizada, desorganizada y dividida, donde existe ya una oposición oficial dependiente de la dictadura para guardar las apariencias y otra oposición no oficial que está diezmada y sin capacidad de reacción.
¿Qué va a pasar ahora? Eso es material para otra entrada.